La tercería de dominio

AutorVíctor Moreno Catena
Cargo del AutorCatedrático de Derecho procesal, Universidad Carlos III de Madrid (España)
Páginas267-278
La tercería de dominio
267
CAPÍTULO 21
La tercería de dominio
1. CONCEPTO
Según antes se explicó, el embargo ha de recaer sobre elementos pa-
trimoniales que sean de titularidad del deudor, lo que supone, ante
todo, excluir de la afectación los bienes que, aun encontrándose en
poder del ejecutado, pertenezcan en realidad a terceras personas. No
obstante, a causa de la di cultad que supondría en el orden práctico
exigir una acreditación fehaciente de la titularidad de todos y cada
uno de los bienes a embargar, el ordenamiento jurídico opta por tra-
bar aquello que en principio aparezca fundadamente ser propiedad
del ejecutado, sin perjuicio de amparar al verdadero titular de los
bienes, si éstos se hubiesen embargado indebidamente, para que ob-
tenga el alzamiento del embargo a través de diversos mecanismos.
En primer lugar, y antes de que la traba se haya efectivamente
realizado, si el tribunal tiene motivos racionales para entender que los
bienes pueden pertenecer a un tercero, se le hará saber mediante pro-
videncia la inminencia del embargo. En tal caso, si en el plazo de cinco
días el tercero se opone razonadamente al embargo, aportando en su
caso documentos que justi quen su derecho, el tribunal resolverá lo que
proceda por medio de auto, oídas las partes. Si el tercero no comparece
o no da razones, el tribunal mandará trabar los bienes, a no ser que las

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