Sobre la contemporánea rehabilitación interdisciplinar de la tópica
| Autor | Juan Antonio García Amado |
| Páginas | 23-45 |
Introducción
Sobre la contemporánea
rehabilitación interdisciplinar de la tópica
1. REHABILITACIÓN DE LA RETÓRICA
No es el Derecho el único campo, ni siquiera el primero, en que
acontece en este siglo un renacimiento de la tópica. Otro tanto
ocurre en materias como la ciencia política, la sociología, la teoría
literaria o la filosofía. Para comprender este fenómeno conviene
situarlo en su contexto histórico. Bajo este enfoque, el renacer de la
tópica está en íntima conexión con la rehabilitación de la retórica que
tras la Segunda Guerra Mundial se lleva a cabo también en diferentes
disciplinas, generalmente como respuesta a la crisis a que todas ellas
son conducidas por el predominio de metodologías positivistas y
formalistas.
Se ha dicho que el papel eminentemente político de la retórica
en la Antigüedad, concordante con la organización y las necesidades
de la democracia ateniense y la organización política de la República
romana, entrará en crisis cada vez que el debate público libre deje
de ser el eje de la vida política y jurídica. Será en esos momentos
cuando la retórica tendrá que refugiarse en las academias y sustituir
el ejercicio real de la oratoria en el ágora o ante los tribunales por
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el simulacro de debates sobre tema ficticio. Comenzará a partir de
entonces un doble proceso, que conducirá, por una parte, a la lite-
raturización de la retórica, a su progresiva fijación en el plano de
la preceptiva literaria, y, por otro, a la integración cada vez mayor
de la retórica con otras disciplinas, hasta constituir, en palabras de
Lausberg, “uno de los centrales y abarcadores medios educativos,
que aúna filosofía, psicología, conocimiento práctico y literatura”.
La universalización pedagógica de la retórica sustituirá así a su prag-
matismo político1. La rehabilitación contemporánea de la retórica
recibirá precisamente un doble impulso, que tiene que ver con esa
doble perspectiva de la retórica, en cuanto modelo de explicación
literaria y en cuanto modelo de aproximación filosófica a los pro-
blemas de la razón práctica.
Será en el siglo xvii cuando entre en crisis el papel educativo
y literario de la retórica, en el seno de lo que se ha denominado “la
antirretórica de la burguesía ascendente”2. El auge del racionalismo y
del espíritu científico privarán de su caldo de cultivo a una disciplina
que se asocia con ideales filosóficos y estéticos alejados de los nuevos
derroteros. Como dice Florescu, se reaviva “la oposición ratio-oratio,
la cual traduce el conflicto milenario entre la filosofía y la retórica.
Humaniora studia, las disciplinas liberales, entre las que las disciplinas
literarias tenían la misión esencial de “hacer mejor” o de “humanizar”
al individuo, son opuestas a las disciplinas que la “realidad” imponía
como principales”. Añade el mismo autor que “las lenguas clásicas, la
poética, la retórica, etc., se convierten en instrumentos al servicio de la
“apariencia”, de la forma, y constituyen lo que se llegará a denominar
“educación formalista” (Formalbildung). Las disciplinas “realistas” que
tratan de eliminar a las precedentes constituyen la base de la nueva
educación, llamada, en el lenguaje de la época, “educación realista”
(Realbildung)”3. Sobre este trasfondo se pueden entender las manifes-
taciones antirretóricas de Descartes o Kant, o la descalificación que
1 LAUSBERG, H., “Rhetorik und Dichtung”, en Der Deutschunterricht, 18/1966
(págs. 47-93), pág. 57.
2 FLORESCU, V., La rhétorique et la néorhétorique. Genèse-Evolution-Perspectives,
Bucarest/París, Editura Academiei, Société d’édition “Les belles lettres”, 1982,
pág. 120.
3 Ibid., pág. 125.
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