La aceptabilidad de un enunciado interpretativo

AutorAulis Aarnio
Páginas245-343
Capítulo Cuarto
La aceptabilidad de un
enunciado interpretativo
1. EL PRINCIPIO DE LA RESPUESTA CORRECTA
1.1. Una aclaración terminológica
Aun después de haber recorrido todo el material jurídico, pueden
quedar pendientes dos posibilidades; o bien la interpretación es
la correcta o, en principio, hay más de una interpretación alternativa.
Esta última posibilidad parecería poner en tela de juicio la idea misma
de justificación. ¿Qué sentido tiene la justificación en general si, en
el mejor de los casos, sólo puede producir una serie de propuestas
interpretativas, todas igualmente válidas? Estamos, pues, bordeando
la idea de que la justificación da lugar a la arbitrariedad. No existe una
base racional para la justificación de un punto de vista interpretativo
en la dogmática jurídica.
Por lo tanto, no puede sorprender que la cuestión de una única
respuesta correcta haya preocupado a los filósofos y a los teóricos del
derecho durante largo tiempo. La cuestión ha sido analizada desde una
serie de perspectivas sin que se haya logrado una opinión unánime acerca
de cómo debería ser considerada esta cuestión. En lo que sigue, dejaremos
de lado el aspecto histórico del estudio del problema. Nos centraremos en
algunas cuestiones especiales relacionadas con el principio de una única
respuesta correcta en la interpretación jurídico-dogmática.
AULIS AARNIO
246
Según Jerzy Wróblewski, la discusión de la idea de la respuesta
correcta ha tocado al menos tres asuntos:
(a) El principio de la respuesta correcta ha sido conectado con la
división tripartita del poder en la sociedad. Es bien sabido que Montes-
quieu distinguía entre poder legislativo, judicial y ejecutivo230. Perelman,
a su vez, nos recuerda que la doctrina de la división del poder está
basada, de hecho, en una cierta concepción del hombre: la separación
de la voluntad (“Wille”) y la razón (“ratio”)231. La actividad legislativa
pertenece al ámbito de la voluntad —está vinculada con el uso del poder
social— mientras que la aplicación del derecho es más bien un asunto de
la razón. Además, cuando el ordenamiento jurídico y el derecho fueron
equiparados, el resultado fue una concepción totalmente racionalista
de la interpretación del derecho. La interpretación es, por una parte,
clarificación de las leyes (dogmática jurídica) y, por otra, aplicación de
las leyes, a través de la subsunción, a los hechos comprobados (toma
de decisión). Por consiguiente, desde este punto de vista, la doctrina
de la respuesta correcta es expresión de una cierta imagen del hombre
y de una cierta ideología social. De acuerdo con esta doctrina, el acto
de aplicación no es un acto creativo sino mecánico.
(b) El principio de la respuesta correcta tiene también un rasgo
ideológico en otro respecto. Algunos autores han subrayado espe-
cialmente que la certeza jurídica implica que todo problema jurídico
habrá de ser decidido sólo de una manera. Si fuera posible indicar
dos o más decisiones “igualmente correctas” para el mismo caso, la
práctica jurídica quedaría impregnada de vaguedad y arbitrariedad.
La igualdad de los ciudadanos correría peligro y no sería posible an-
ticipar una actividad futura con suficiente precisión.
Sin embargo, formulado de esta manera, el principio de la res-
puesta correcta tiene dos significados: o bien la respuesta correcta
existe para todo caso o existe una posibilidad real de encontrar una
respuesta correcta para cada caso individual. Así, con respecto a
la doctrina de la respuesta correcta, tenemos tres significados con
variada fuerza:
230 W, “Legal Syllogism and Rationality of Judicial Decision” en Rechts-
theorie, 1974, págs. 33 ss.
231 P, Juristische Logik als Argumentationslehre, pág. 40.
LA ACEPTABILIDAD DE UN ENUNCIADO INTERPRETATIVO
247
(1) Si decimos que existe una respuesta correcta y que ella será en-
contrada siempre, la doctrina es tomada en su sentido fuerte. Esta
concepción implica que todo intérprete que posea la adecuada
experiencia profesional logrará la respuesta correcta a través del
uso de las fuentes del derecho, de acuerdo con las directrices de
la interpretación jurídica.
(2) En un sentido más débil, la doctrina adopta la concepción de que
siempre existe una respuesta correcta y es posible encontrarla a
pesar de que, en la práctica, no siempre pueda tenerse éxito en
esta empresa.
(3) Si admitimos la existencia de una respuesta correcta y, al mismo
tiempo, negamos, en principio, la posibilidad de encontrarla,
adoptamos la doctrina en su sentido débil. Según ella, la respuesta
correcta es un ideal que nunca puede ser alcanzado pero que
constituye el objetivo regulativo de toda interpretación jurídica.
Esto significa que el rechazo de la doctrina de la respuesta correcta
presupone también el rechazo de su versión débil: no existe una res-
puesta correcta ni puede encontrarse en la realidad una tal respuesta.
Desde el punto de vista epistémico, la doctrina de la única res-
puesta correcta se presenta bajo una luz interesante si, por una parte,
aceptamos la idea de que es posible encontrar la respuesta correcta
y, por otra, nos preguntamos si el intérprete puede saber que la ha
encontrado232.
De acuerdo con una definición tradicional, un sujeto S cono ce
algo si S presenta una creencia justificada y verdadera del asunto. En
este caso, la definición incluye la condición de que S tiene una creencia
justificada y verdadera de acuerdo con la cual ha encontrado la respues-
ta correcta a un problema de interpretación en la dogmática jurídica.
Si adoptamos la posición de que siempre es posible encontrar la
respuesta correcta y, al mismo tiempo, aceptamos la opinión de que
el intérprete siempre sabe también que ha encontrado la respuesta
correcta, hemos adoptado una versión muy fuerte de esta doctrina.
Una concepción más moderada es la que sostiene que es posible (en
232 Cfr. N, Ilkka, “Fallibilismista” en Sosiologia 5-6, 1974, págs. 275 ss., en
donde trata la cuestión de si es posible obtener conocimiento incontestable fuera
del razonamiento lógico. Cfr. al respecto, H, “Science and Certainty”,
págs. 63 ss.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR