Conclusiones generales

AutorCristián Santibáñez
Páginas313-321
313
Conclusiones generales
En el trayecto de este libro, he enfatizado varios aspectos que tienen
desarrollos detallados en las disciplinas y autores que he citado, sirviéndome
de ellos para efectos de comprensión y análisis de la argumentación desde
los puntos de vista evolutivo y cognitivo.
Así, por ejemplo, he optado por un ángulo culturalista de la evolución,
o más precisamente dicho, por lo que se conoce como la coevolución ge-
necultura, cuya mejor defensa se encuentra elaborada en Richerson y Boyd
(2005, 2012). Siguiendo a uno de sus discípulos (Henrich, 2016), sostuve
especícamente que es vital entender que el traspaso de información cons-
tante es la fuente de evolución cultural que va a la par de, y en ocasiones
presiona selectivamente, la evolución genética. El ejemplo utilizado fue el
que reporta el propio Henrich: la anatomía de los pies humanos explica
por qué somos la única especie que puede correr (¡una maratón!) largas
distancias. Necesitábamos hace mucho tiempo atrás llegar a fuentes sociales
(otros grupos) distantes con información o mercancías (productos) vitales
o beneciosos, y se tuvo que hacer en un tiempo relativamente corto. La
riqueza cultural distribuída presionó selectivamente para generar cambios
genéticos que tuvieron consecuencias fenotípicas en los miembros de tales
grupos. Otro ejemplo muy concreto de la presión cultural selectiva en el
desarrollo, o cambio, genético, es el uso del fuego y la cocina con el fuego.

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