Bork: la responsabilidad del Senado

AutorRonald Dworkin
Páginas315-327
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Bork: la responsabilidad del Senado
La nominación del Juez Robert Bork por parte del Presidente Reagan para que
suceda al Juez Lewis Powell en la Corte Suprema enfrenta al Senado con un
problema inusual, debido a que las ideas de Bork exceden los alcances hasta donde
se extiende el debate de larga data entre liberales y conservadores a propósito del
rol que apropiadamente le corresponde a la Corte Suprema. Bork es un radical
constitucional que rechaza un requisito característico del Estado de Derecho [rule
of law] que todas las partes en ese debate han aceptado previamente. Él rechaza
la postura de que la Corte Suprema de Justicia debe poner a prueba sus inter-
pretaciones de la Constitución a partir de los principios latentes en sus propios
precedentes, así como también de otros aspectos de la historia constitucional de la
nación. Él considera partes centrales de la doctrina constitucional asentada como
errores hoy abiertos a la revocación de un tribunal de derecha; y tanto los senadores
conservadores como los liberales deberían preocuparse por el hecho de que, como
argumentaré aquí, él no haya ofrecido hasta ahora ninguna justicación coherente
para esta posición radical antilegal.
Sería incorrecto que los senadores rechacen a un juez potencial sólo por dis-
crepar con sus detallados puntos de vista sobre asuntos constitucionales. Pero el
Senado tiene una responsabilidad constitucional en el proceso de designaciones
para la Corte Suprema, más allá de asegurar que un nominado no sea un corrupto
o un tonto. La Constitución es tanto una tradición como un documento, y el

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