Conclusiones y recomendaciones
| Autor | Luis Moises Leyva |
| Cargo del Autor | Abogado |
| Páginas | 203-209 |
203
6.1. Conclusiones
Primera. La importancia de la ética como reflexión de la conducta humana
La existencia de la vida humana, su desarrollo y formación de valores
intrínsecos presenta una condición sine qua non a la ética, que permite el empleo
de la crítica sobre lo establecido como moralmente bueno dentro de una
sociedad, y fortalece la construcción de la conducta humana en ámbitos de su
progreso y autorrealización.
La ética utilitarista fracasa en su intento por conseguir un bienestar general,
pues recurre a maximizar la utilidad social proponiendo el imperio de un beneficio
mayoritario o la minimización del dolor o pérdida, consiguiendo un individualismo
egocéntrico de preocupación única de la persona misma o de sus propios
intereses, no siendo de relevante los perjuicios como efectos secundarios,
siempre que estos sean considerados menores.
La ética deontológica propone una educación desde el deber ser del
individuo, y permite la intromisión en el otro, logrando así una reflexión en cada
una de las actividades humanas y en sus consecuencias (positivas o negativas)
desde el ser que las ejecuta, propone un trato igualitario y dirige la conducta al
desarrollo social del individuo y de su entorno.
Segunda. La importancia de la política para mejorar la convivencia social
La política se presenta como un consenso institucional para mejorar la
convivencia de la persona en sociedad, pues se reconoce la importancia del ser
humano de no vivir aislado, y de su necesidad por servirse y servir al otro, esta
dinámica involucra decisiones sobre intereses y deseos contrapuestos.
La gobernanza, como política de convivencia, deja a cargo de las
organizaciones económicas las asignaciones de los beneficios sociales y la toma
de políticas públicas, lo cual deviene en la satisfacción de intereses de una
sociedad reducida tras el abandono de la intervención estatal.
La gobernabilidad rescata la necesidad de la sociedad de no poder convivir
sin un gobierno que se encargue de suplir las diferencias sociales, económicas
e ideológicas que tienen sus individuos, y se presenta como una ayuda integral
a través de la imparcialidad, creando y resguardando los beneficios sociales para
toda la comunidad.
Tercera. El fracaso de la ética del sistema neoliberal en el Perú
El pensamiento neoliberal peruano trae consigo una ética utilitarista, pues
supone erróneamente que la maximización de los recursos sociales en el
progreso macroeconómico aliviará las deficiencias de un país en sus diversos
sectores (salud, empleo, educación, seguridad social, seguridad ciudadana,
entre otros), y confía en la ayuda social del mercado al progreso y desarrollo de
cada uno de sus integrantes.
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