Tratando de entender el mercado laboral

La oferta y la demanda es un concepto económico fundamental, y el desempleo es un problema económico totémico. Pero si se trata de aplicar el concepto al problema, no se llegará muy lejos. La lógica de la oferta y la demanda dice que si los sueldos son altos, muchas personas buscarán trabajo pero pocas querrán darles empleo; si los sueldos son bajos, los empleadores estarán dispuestos a todo para ofrecer empleos pero pocas querrán trabajar. En el punto de equilibrio, el número de horas disponibles es igual al número de horas en las que las personas están dispuestas a trabajar. El desempleo es imposible a no ser que haya un sueldo mínimo esto sugiere, por ejemplo, que el desempleo era desconocido en el Reino Unido antes del 1 de abril de 1999, aunque esto no es lo que yo recuerdo de esa época. El enfoque de la oferta y la demanda ofrece una reducida percepción sobre las recesiones del trabajo-mercado, o el porqué los diferentes países tienen experiencias tan diferentes sobre el empleo.

En la conferencia pública anual de la Real Sociedad Económica que tuvo lugar este año, Christopher Pissarides, ganador del Premio Nobel de Economía del 2010, se propuso resolver el misterio. Pissarides, junto con Peter Diamond y Dale Mortensen, ha desarrollado un modelo de adecuación de la oferta y la demanda de empleos que ha llegado a ser el modelo estándar en el que los economistas piensan cuando se refieren a los mercados laborales.

La percepción básica no es muy impactante. Hay buscadores de empleos en el mundo y hay también en este mismo mundo vacantes disponibles, de modo que la meta es emparejar a los buscadores con las vacantes para crear verdaderos ?empleos?, que sean pares encajados de antiguos puestos vacantes y ex buscadores de empleos. La búsqueda de puestos apropiados o empleados apropiados, es costosa y ni siquiera el buscador de empleo ni el empleador sabe si la combinación va a funcionar.

En tales ?modelos de búsqueda?, el desempleo no es un rompecabezas; es el estado natural de la existencia económica, igual que el hecho de estar soltero es el estado natural de la existencia romántica. Todos nacemos desempleados y solteros, y si queremos que eso cambie, tarde o temprano tendremos que comenzar a buscar un emparejamiento apropiado.

Una vez que Pissarides, Diamond y Mortensen comenzaron a escribir sobre modelos que encapsulaban algunas de estas observaciones con sentido común...

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