Introducción

AutorSergio Quiñones Infante
Páginas11-13

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La libertad de trabajo es el más antiguo de los derechos fundamentales de la persona vinculados al trabajo. Con ella se presenta una situación, a la vez de peculiar, paradójica. Constituye, de un lado, una clásica y primigenia libertad individual, producto del liberalismo más puro y consagrada en los primeros instrumentos normativos de fines del siglo XVIII. Del otro, es el indispensable punto de partida para el nacimiento de una relación laboral y, en consecuencia, de todo el catálogo de derechos laborales –por excelencia sociales– que se derivan de aquélla, de tal suerte que, para algún sector de la doctrina, la libertad de trabajo contempla en sí misma al propio derecho al trabajo.

En su faceta de proscripción del trabajo forzoso, la libertad de trabajo ha sido declarada como uno de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, a cuya protección y plena vigencia se han obligado los Estados Miembros de la OIT a partir de la adopción, en junio de 1998, de la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento.

Precisamente, como parte del seguimiento de la referida Declaración, las últimas estadísticas publicadas porPage 12la OIT en esta materia han señalado una cifra alarmante: 12,3 millones de personas en todo el mundo son víctimas de trabajo forzoso. Sobre el particular, la propia OIT ha puesto en evidencia que, lamentablemente, al momento de efectuar dicha valoración global se encontraron muy pocos libros, tesis o artículos especializados sobre este asunto, motivo por el cual resulta indispensable que las universidades, los centros de investigación y las instituciones políticas se involucren directamente en la materia a fin de ampliar la base de conocimientos sobre este gravísimo problema.

Más aun, ha quedado claramente establecido en la doctrina de la OIT que un punto de partida básico para luchar contra el trabajo forzoso es que esta práctica sea tipificada como un delito, para lo cual se requiere contar con un concepto universal que reconozca algunos aspectos fundamentales de la libertad de trabajo y que garantice su adecuada protección contra toda forma de coacción, a la par que permita a las legislaciones de cada país regular las cuestiones propias derivadas de sus particulares características económicas, sociales y culturales.

Resultan, pues, evidentes las razones que motivan y demandan una investigación sobre la libertad de...

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