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La enseñanza de las teorías criminológicas

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Vincent
AutorIgnacio González Sánchez
Páginas67-74
LA ENSEÑANZA DE LAS TEORÍAS
CRIMINOLÓGICAS
Ignacio González Sánchez 1
Universitat de Girona
La tarea de dar a conocer un conjunto de conocimientos sobre la delincuencia
basados en metodología científ‌ica es relativamente difícil. Se trata de un tema car-
gado de signif‌icados que despierta las más altas y bajas pasiones y que se relaciona
con daños personales y vulneraciones de derechos, por lo que dialogar o discutir
sobre aspectos criminológicos pocas veces se hace desde la indiferencia personal y
política. Es lógico tener miedo a ser victimizado y ser receloso de las prácticas esta-
tales. No obstante, y a pesar de ser un tema de vital importancia, a día de hoy, la
transmisión de conocimientos criminológicos sigue quedando relegada fundamen-
talmente a los estudios universitarios, algo lamentable si se tiene en cuenta que no
hay persona en la sociedad que no tenga que lidiar con aspectos relacionados con
la criminalidad (aunque sea simplemente mientras ve las noticias). Dentro de los
conocimientos criminológicos que se transmiten, burocráticamente compartimen-
tados en asignaturas, los agrupados dentro de las teorías criminológicas son funda-
mentales, pues dan sentido a fenómenos a veces inconexos que se ven en otras
asignaturas más específ‌icas; introducen en la forma de pensamiento científ‌ico; y
aportan un gran bagaje al estudiante, pues una parte importante del desarrollo de
las teorías se debe a la acumulación y/o revisión de conocimientos nuevos que se
van incorporando en las teorías (o conocimientos viejos, pero largamente ignora-
dos, como la curva de la edad).
Las ref‌lexiones que siguen son el producto de haber estudiado teorías crimino-
lógicas, haber leído manuales, y posteriormente haber predicado las teorías. Todos
sabemos y tenemos conocimientos sobre la criminalidad (y generalmente los iden-
tif‌icamos como de sentido común). De hecho, cualquiera que haya enseñado teo-
rías habrá tenido la sensación de que, más que aportar conocimientos, buena parte
del esfuerzo docente va encaminado a corregir formas de pensamiento erróneas
1 Quisiera dar las gracias al hombre de paja, por estar siempre dispuesto a recibir golpes.

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