¿Retrocesos regulatorios en el mercado eléctrico?

AutorLuis Miguel Castilla

Recientemente, el viceministro de Electricidad señaló la necesidad de abordar un supuesto poder de dominio en el mercado de generación eléctrica con la finalidad de reducir las tarifas eléctricas y beneficiar a los usuarios regulados. Para ello, propuso ampliar las funciones del Osinergmin dada la complejidad del sector eléctrico. Argumentó que esta entidad debería encargarse de controlar eventuales acciones anticompetitivas en lugar del Indecopi bajo el razonamiento que cada sector debería tener una institución que regule potenciales afectaciones a la competencia.

Esta propuesta claramente debilita la institucionalidad vigente y resulta a todas luces un despropósito. Desde su creación, el Indecopi ha sido el encargado de proteger los derechos de los consumidores y promover la competencia en los mercados. Cuenta con facultades para supervisary fiscalizar actividades económicas, ordenar medidas preventivas y cautelares, dictar mandatos y acciones correctivas, entre otras.

A lo anterior se suma la intención de modificar el modelo regulatorio del sector eléctrico como respuesta a la actual disparidad de precios que perciben los agentes libres y regulados. Esta es causada principalmente por una sobreoferta de generación y una demanda que ha evolucionado como se anticipaba.

Para comprender esta situación, es importante considerar que el contexto actual difiere notablemente del momento en que se implementó la reforma del sector eléctrico del año 2006, cuando el país enfrentaba un déficit de generación de energía eléctrica por falta de inversión. En aquel entonces se propuso un esquema de licitaciones a largo plazo (enteramente reguladas por Osinergmin) entre distribuidoras y generadoras eléctricas para fomentar nuevas inversiones en el sector. Además, la regulación permitió que los clientes libres (mineras e industria) continúen manteniendo contratos directamente acordados con los generadores.

Hoy, la sobreoferta de generación ha propiciado la disminución del precio de la energía en el mercado libre, mientras que las licitaciones de largo plazo han mantenido una relativa estabilidad de precios para los usuarios regulados. Estos menores precios van en el sentido contrario a lo que se esperaría de una presunta práctica anticompetitiva por parte de las generadoras que operan en el mercado, lo que descarta una supuesta manipulación de precios.

Ala falta de flexibilidad en los precios de las licitaciones, se debe sumar la implementación de subsidios...

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