Lima sin brújula

Por Jorge Ruiz De Somocurcio. Arquitecto y urbanistaHace casi medio año, se aprobó por unanimidad en el concejo metropolitano el Plan Regional de Desarrollo Concertado de Lima al 2025 (PRDC), que venía de un largo camino de convocatorias y consultas ciudadanas inéditas durante un año, a cargo de un equipo liderado por Henry Pease y al cual fui generosamente convocado. Este proceso le daba una legitimidad incuestionable al PRDC señalando el camino para los futuros planes específicos.Ahí están formuladas las políticas, estrategias y grandes proyectos para la evolución de Lima, dotándola de una naturaleza moderna, inclusiva, autosostenible y democrática. Ciudad interoceánica y referente en América Latina. El siguiente paso era elaborar el Plan Urbano, de vital importancia para una ciudad pues determina, entre otros factores, los usos del suelo y, por lo tanto, su valor al ingresar al mercado, convirtiéndose en el motor de la actividad inmobiliaria. Quien maneja el suelo maneja la ciudad.La institución señalada por ley (Acuerdo de Concejo 089 de 1998, de la gestión de Alberto Andrade) para ?formular, conducir, orientar, y evaluar los distintos planes urbanos? es el Instituto Metropolitano de Planificación (IMP), y así lo entendió Henry Pease cuando entregó el PRDC en posta, como el gran plan marco, al IMP. Vino el interregno de la revocación, el salvataje de la alcaldesa y luego el acuerdo multipartidario por Lima, que colocó como primer punto de su decálogo la implementación del PRDC.Sin embargo, en el camino de las inconsistencias de esta gestión, el Plan Urbano está paralizado. Se anuncia que será elaborado por asesores de la alcaldía y un equipo de arquitectos...

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