Cuatro meses sin explicaciones

Por rodrigo salazar ZIMMERMANN

En 128 días como jefe del Estado, Pedro Castillo ha acumulado 15 horas y 52 minutos hablando en público. De este tiempo, un total de 48 minutos han sido ocupados en atender a reporteros de manera breve. Si consideramos los dos últimos meses, las raudas interacciones con periodistas solo sumaron 18 minutos. Esto, pese a los múltiples escándalos que estallaron en el entorno de Palacio, incluido el de las reuniones entre el presidente, funcionarios y empresarios en el ya conocido inmueble ubicado en el distrito de Breña.?A nosotros no nos van a dar muestra de transparencia, de honestidad y de honradez. La hemos hecho desde nuestra cuna?, exclamó ayer el presidente ante ciudadanos en Pacasmayo, tras visitar la localidad trujillana para inaugurar una planta de oxígeno. Al caso que ha empañado su gestión más recientemente, se suman otros seis en los últimos dos meses. Desde pronunciamientos confusos que necesitaron de aclaración, hasta el caso de Bruno Pacheco y la intención de un sector del Congreso por vacarlo, Castillo ha recurrido a discursos y tuits como plataformas de exposición en donde nadie le pueda hacer una pregunta.?Sin rendir cuentas?La conducta del presidente frente a los medios siempre ha sido evasiva y hasta conflictiva. El 23 de noviembre, ante la comunidad de Chopcca, en Huancavelica, dijo que algunos medios de comunicación en Lima solo ?tergiversan la realidad? y expresó ?gratitud? hacia el periodismo regional y local, porque ?ellos saben dónde están los grandes problemas del país?. Aun con ello, el mandatario no ha dado una sola entrevista a ningún medio peruano ni extranjero. Para el especialista en comunicación política Jeffrey Radzinsky, la renuencia a encarar cuestionamientos y rendir cuentas a través de la prensa ?es una mala fórmula para cualquier gobierno que ejerce poder en democracia?.?Incluso en la recta hacia la segunda vuelta el ahora presidente Castillo no dio entrevistas, y eso pudo tomarse como parte de una estrategia que electoralmente le funcionaba bien. Pero la lógica comunicacional es distinta cuando ya eres gobernante. La gente ya no quiere ver la construcción de un personaje, sino ver resultados y tener las cosas claras frente a demandas o dudas específicas?, explicó. El especialista añade que, en una posición de poder político y de autoridad, dar explicaciones y atender preguntas no es optativo, sino un deber.También en diálogo con El Comercio, la experta en comunicación...

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