Visa para un sueño musical

Por Alejandra Costa

Buenos días. Mi nombre es Alejandra Costa y soy adicta a los conciertos. Soy de las que pueden viajar más de 3.000 kilómetros, endeudarse durante un año y vivir unos días en alguna ciudad con US$ 10 diarios con tal de ver a unos metros a un grupo del que también soy dependiente.

Lidiar con esta debilidad es más barato ahora que los músicos que se pasean por Sudamérica ya saben dónde queda el Perú. Pero, víctima al fin de mi adicción, igual en abril voy a gastar al menos US$ 600 en escaparme durante un fin de semana a Santiago de Chile para saltar dos días escuchando a artistas como Jane?s Addiction, Cat Power, The Flaming Lips y The Yeah Yeah Yeahs en el festival de Lollapalooza.

Como la palabra ahorro tiene para mí una connotación mítica, el gasto lo he cargado a mi tarjeta de crédito. El capricho no me saldrá barato. Considerando que, siendo realista, puedo amortizar US$ 50 mensuales, me demoraré 14 meses en cancelar la deuda y, al final, terminaré pagando US$ 727 entre el capital, los intereses y el mantenimiento de la tarjeta.

Si los nombres de las bandas lo emocionan, debe saber que los pasajes a Chile por el fin de semana cuestan entre US$ 250 y US$ 530 y el abono por los dos días de concierto ?el 2 y 3 de abril? es de 76.200 pesos chilenos (US$ 166) en la zona general y de 179.200 (US$ 385) con acceso a la zona VIP.

Yo he conseguido quien me hospede, pero para quienes prefieran la comodidad de un hotel, la agencia Carlson Wagonlit Travel ofrece un paquete de estada, entradas y traslados por US$ 322 y US$ 818 (el monto depende del hotel y los tickets).

¿Por qué estoy haciendo un gasto así? Porque sé que es poco probable que estas bandas, que no podrían llenar un estadio en Lima como Metallica u Oasis, vengan.

VIENDO A BONOOtra tentación a la que me he resistido ?o más bien, para la que ya no tengo dinero? es ir a Santiago de Chile o a Buenos Aires para ver a U2, que invadirá esas ciudades en los últimos días de marzo y los primeros de abril. Los tres shows de la banda irlandesa en la capital argentina están casi agotados y solo quedan algunas entradas en las zonas más caras.

Lo mínimo a pagar para ver el espectáculo es 550 pesos argentinos...

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