?Ubicaína? para el general

Por Pedro Ortiz Bisso

Un mazazo. No a la delincuencia ni al narcotráfico, sino al principio de autoridad. En eso consiste la última hazaña del director general de la policía, general Raúl Salazar, al proponer que los vehículos oficiales no paguen multas por cometer infracciones de tránsito.

Salazar afirma que el desplazamiento de las comitivas oficiales se basa en protocolos de seguridad internacionales y, por lo tanto, hacer efectivo esos cobros iría ?contra los intereses nacionales?.

¿De cuándo acá los intereses nacionales dependen de convertir los semáforos en adornos tricolores o de conducir por la ciudad como si fuera el circuito de Mónaco de la Fórmula 1?

Lo que Salazar calla ?o, seamos un poco inocentes, olvida? es que en nombre de esos ?intereses nacionales?, esa casta de privilegiados que goza de auto y chofer pagados no con la suya, sino con nuestros impuestos, hace uso y abuso de ese beneficio de distintas formas, y a cualquier hora del día.

No hablemos solo de cómo se burlan de la señalética de la ciudad, interrumpiendo el tránsito a su antojo entre frenadas y sustos que paralizan autos y peatones. Están también aquellos que creen que el cargo viene con el derecho de apropiarse de un pedazo de la pista o la vereda, por ejemplo, frente a su restaurante favorito.

En El Comercio hemos denunciado infinidad de veces el cuajo del que hacen gala estos funcionarios, en particular en el Centro de Lima, al que parecen considerar casi tanto como su chacra. Cuando les toca almorzar, un súbito ataque de tacañería le pone candado a sus bolsillos, y en lugar de buscar una playa de estacionamiento como haría cualquier hijo de vecino, optan por lo más fácil: dejar que sus choferes se apoderen de un carril de la pista, parqueen...

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