Tributario
| Autor | Iván Chu |
| Páginas | 54-55 |
Industria Legal
ivan.chu@damma.com.pe
Iván Chu
Santo Toribio 115, Piso 6, San Isidro, Lima
www.damma.com.pe
En el contexto de la aguda crisis
económica generada durante el 2020 a
causa de la pandemia mundial, la
disminución consecuente de la
recaudación tributaria y el notable
incremento del gasto público destinado a
contrarrestar los efectos de la pandemia,
se han presentado varias iniciativas
legislativas en el Congreso peruano para
aprobar algún impuesto al patrimonio o a
las fortunas. Su finalidad sería la de
coadyuvar de manera importante a la
reducción del déficit fiscal y solventar
medidas de redistribución de riqueza en
favor de los más necesitados.
No obstante, al margen de los serios
cuestionamientos técnicos y de política
fiscal que existen respecto de tales
impuestos, la muy documentada
experiencia internacional nos presenta
una clara conclusión: los impuestos al
patrimonio son un fracaso como factor
relevante de recaudación fiscal y no
constituyen mecanismos efectivos para
conseguir equidad tributaria ni igualdad
social.
Como muestra de ello, de 12 países
miembros de la OECD que tenían
impuestos al patrimonio en el año 1996,
sólo 5 seguían aplicándolos en el año
2019. Adicionalmente, en la gran mayoría
de experiencias internacionales, la
recaudación de tales impuestos no superó
el 1% del PBI. En esta misma línea,
experiencias recientes de impuestos al
patrimonio generados en Argentina y
Colombia no deberían sugerirnos que es
el camino a seguir.
Así, los impuestos al patrimonio son de muy
difícil administración (por la movilidad de
capitales y por la dificultad en valorizar activos
no líquidos), generan distorsiones en el ahorro
e inversión, desincentivan el emprendimiento
empresarial y la asunción de riesgo y no
generan una recaudación importante.
En lugar de establecer impuestos al
patrimonio se debe, entre otras medidas,
buscar mejorar la eficiencia del gasto público
(mejorando la competencia técnica y
combatiendo la corrupción), incentivar y
promover la formalización del sector informal
(y reducir con ello la evasión fiscal) y evaluar
la eliminación de exoneraciones tributarias y
regímenes especiales.
TRIBUTARIO
Los impuestos al patrimonio no son la
solución.
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