Teatro y Universidad (Cultura de las Ciencias Humanas)

AutorDomingo Piga Torres
Páginas282-285
PATIO
DE
LETRAS
TEATRO
Y
UNIVERSIDAD
(CULTURA
DE
LAS
CIENCIAS
HUMANAS)
DOMINGO PIGA TORRES.
Profesor
en
la
Facultad
de
Ciencias
y
Artes
de
la
Comunicación
de
la
Pontificia
Universidad
Católica
del
Perú.
Ex
Decano
de
la
Facultad
de
Arte
de
la
Universidad
de
Chile.
Sumario:
1.
Orígenes
2.
Desarrollo
del
espectáculo
3.
El
actor
4.
El
azaroso
camino
del
teatro
5.
La
preparación
del
actor
-
Los
métodos
6.
Algunos
grandes
y
revolucionarios
creadores
7.
Algunos
momentos
ápices
de
teatro
8.
La
actuación
cinematográfica
9.
El
teatro
en
la
Educación
10.
La
universidad
y
el
teatro.
1.
Orígenes
Los
grandes
valores
humanos,
los
principios
éticos
y
la
nobleza
del
espíritu
fueron
el
sustento
del
teatro
desde
su
nacimiento.
Aun
en
los
momentos
de
crisis
de
las
pasiones
de
sus
personajes,
cuando
éstos
actuaban
obnubilados
por
el
odio,
la
venganza
o
las
ambicio-
nes,
su
gesto
era
de
grandeza,
frente
a
la
vida
y a
la
muerte.
Apareció
el
teatro
después
de
la
poesía,
de
la
música,
de
la
pintu-
ra
y
de
la
escultura,
como
expresión
tardía
y
madura.
Pero
estaba
críptica
y
latente
en
la
ritualidad
de
los
cortejos
silénicos.
El
azar
enla-
zó,
en
un
acto
único,
el
texto
poético
del
ditirambo
y
la
presencia
viva
del
actor,
frente
a
un
público
de
seguidores
de
Dionisos.
Fue
la
pala-
bra
del
estro
poético
en
la
voz
y
el
gesto
de
un
actor
y
de
un
público
comulgante,
que
miraba
y
admiraba.
Los
tres
elementos,
autor,
actor
y
público,
se
unieron
bajo
el
palio
del
Dios
y
así
nació
el
teatro.
Nadie
supo
que
el
arte
dramático
había
nacido,
pero
todos
sintieron
la
emo-
ción,
esa
que
desde
entonces
está
presente
en
el
arte
del
teatro.
El
teatro
nació
por
azar
y
sin
registro
histórico.
Los
historiadores
pusieron
sobre
papiros
y
cueros
caprinos
y
ceramios
los
hechos
heroicos,
los
reyes
y
los
guerreros.
El
teatro
no
tuvo
historia.
El
primer
documento
que
se
encontró
fue
una
tragedia
de
Esquilo,
la
Orestíada.
Sus
demás
obras,
más
de
setenta, salvo
siete,
y
como
las
de
otros
autores,
se
perdieron
y
dejaron
siglos
vacíos
de
historia.
Pero
sabemos
que
hubo
tragedias,
autores
y
representaciones
frente
a
un
público
antes
del
siglo
V
a.
C.
Llegamos
al
siglo
V
a.
C.
Después
de
muchos
siglos
anteriores,
se
conocían
las
obras
de
Homero.
Mucho
antes
de
Tespis
y
de
Esquilo,
había
espectáculos.
Hubo
textos
poéticos,
literarios
y
populares,
y
un
público
que
estuvo
siempre
en
los
cortejos
de
Si
le
nos,
en
las
festivida-
des
religiosas
y
durante
las
olimpíadas.
Faltaba
que
se
produjera
la
unificación
de
los
tres
elementos.
Así
nació
y
siguió
desarrollándose
el
nuevo
arte
que
devino
excelso,
en
Grecia
y
en
todo
el
mundo,
y
por
todos
los
siglos.
2.
Desarrollo
del
espectáculo
En
las
ciudades
griegas,
en
las
que
había
Templos
y
Palacios
Domingo
Piga
T.
es
autor
de
"Dramaturgia",
"El
actor
y
la
Revolución
Francesa",
"Pirandello dramaturgo",
"Lope
de
Vega,
el
Barroco
y
la
Comedia",
"Un
nuevo
mundo
descubierto
por
Cristóbal
Colón",
"Teatro
Popular".
282
~
fastuosos
de
mármol,
el
teatro
no
tuvo
edificio
ni
escenario
al
nacer.
Ni
edificio,
ni
columnas,
ni
estatuas.
Sólo
un
timele,
un
ara
de
piedra,
al
pie
de
una
colina
desde
donde
el
público
recibía
la
palabra
poética
del
actor
y
del
coro.
El
viento
conducía
ese
sonido
desde
la
explanada,
escenario
del
coro
y
actores,
hacia
la
colina
donde
estaba
el
público.
Se
hicieron
graderías
en
la
colina
y
así
siguió
durante
varios
siglos.
Los
grandes
teatros
de
mármol,
imponentes
palacios,
nunca
alberga-
ron
las
tragedias
de
Esquilo,
ni
Sófocles,
ni
de
Eurípides,
ni
la
comedia
de
Aristófanes.
Los
soberbios
teatros
de
Epidauros
y
Dionisos
no
cobijaron
ni
a
los
grandes
trágicos
ni
a
los
grandes
comediantes.
El
arte
de
la
Tragedia
y
de
la
Comedia,
que
inmortalizó
Grecia,
se
hizo
con
modestia.
Pero
con
la
excelsa
poesía
de
los
versos
alejandrinos
de
catorce
sílabas
y
rima
consonante,
y
la
también
excelsa
presencia
de
sus
personajes
inmortales.
Fue
grande
por
su
poesía,
la
grande79
de
la
creación
de
sus
personajes
y
sus
conflictos,
los
valores
humanos
y
la
catarsis
sufrida
por
su
público.
Después,
mucho
después,
el
teatro,
según
la
historia,
fue
objeto
de
cambios
y
de
nuevas
formas.
Aparecerán
los
estilos,
los
géneros,
tendencias,
y
principios
dominantes.
A
veces
se
presentó
en
fastuosos
edificios.
Otras,
en
modestos
escenarios
desnudos,
sin
escenografía,
sin
luces,
como
fueron
los
corrales
españoles,
que
albergaron
todas
las
comedias
del
Fénix
de
los
Ingenios,
Lope
de
Vega.
En
Inglaterra
existió
el
teatro
con
el
escenario
Isabelino,
que
era
fijo,
de
tres
órde-
nes
unidos
por
escaleras
delante
del
público.
Shakespeare
represen-
tó,
en
estos
escenarios,
todas
sus
obras.
En
el
Renacimiento
Español,
Lope
de
Rueda
presentó
sus
obras,
llamadas
pasos,
ante
un
público
popular,
en
mercados
y
en
una
carreta.
Durante
la
Edad
Media
no
hubo
edificio
teatral,
y
los
artesanos
de
las
corporaciones
y
cofradías
dieron
vida
al
teatro
en
escenarios
al
aire
libre.
Y
en
el
umbral
del
Renacimiento
Italiano,
la
Commedia
del/Arte
usó
tabladillos
para
su
teatro
sin
texto
escrito,
con
actores
profesionales
que
improvisaban
historias
con
personajes
con
máscaras.
En
la
tragedia
griega,
el
dominio
de
la
palabra,
el
texto
del
poeta,
fue
absoluto.
La
acción
era
mínima
y
la
realizaban
los
danzantes
y
el
coro.
Los
personajes,
inmóviles,
tenían
cubierto
el
rostro
con
la
más-
cara
simbólica
de
la
tragedia.
Por
lo
tanto,
la
expresión
gestual
y
mímica
no
existía
y
todo
el
valor
recaía
en
la
palabra
poética.
3.
El
actor
Durante
todos
los
diez
siglos
de
Medievo,
el
teatro
reflejó
al
hom-
bre
sometido
a
la
Iglesia
Católica.
El
teatro
sumiso,
prisionero,
existió
siglos
después
bajo
el
dominio
de
dictaduras
políticas
de
diversas
Foro
Jurídico

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