"La Retirada Cautelosa de los Alcistas de bonos"

AutorMartin Wolf

¿Se ha acabado el mercado alcista que ha predominado durante tres décadas y media en la más alta deuda pública? Si es así, ¿sería bueno o malo? La respuesta a la primera pregunta es que parece bastante probable que el rendimiento de 0.08 por ciento (8 puntos básicos) registrado en el Bund a 10 años en abril fue un punto bajo. La respuesta a la segunda pregunta es que representaría algo positivo: simbolizaría confianza en que las amenazas de deflación y la desintegración de la eurozona se están desvaneciendo. Al mismo tiempo, este rebote no significa que un rápido aumento de los rendimientos a lo que solían ser niveles normales está en camino. Debiéramos desear ver un aumento en los rendimientos, pero uno moderado. Esto es también lo que debiéramos esperar.

Los rendimientos de los bonos a 10 años han alcanzado la cima y luego han bajado de nuevo. Los rendimientos de los bonos gubernamentales de las grandes economías avanzadas alcanzaron su punto máximo a principios de 1980: Japón llegó a casi un 10 por ciento, Alemania a 11 por ciento, y EEUU y el Reino Unido a 15 por ciento y 16 por ciento. Luego vino un declive. Las tasas de Japón cayeron a niveles por debajo del 2 por ciento a finales de la década de 1990. Los rendimientos en los otros tres países fueron de entre 3 y 6 por ciento antes de la crisis, sólo para decaer aún más.

La teoría sugiere que las tasas de interés a largo plazo debieran ser un promedio ponderado de las tasas de interés a corto plazo anticipadas, más una "prima por plazo", como Ben Bernanke, el ex presidente de la Reserva Federal, sostiene en un reciente blog. La prima debiera ser normalmente positiva, incluso ante la ausencia de riesgo de impago. Los valores a largo plazo son más riesgosos que los de corto plazo, debido a que sus precios son volátiles. Las tasas a corto plazo esperadas debieran ser determinadas por las tasas de interés reales esperadas y la inflación esperada. De nuevo, las tasas de interés reales nacionales esperadas debieran ser determinadas por las tasas de interés reales globales esperadas y los cambios esperados en las tasas de cambio reales. Las tasas de interés reales globales esperadas debieran, a su vez, ser determinadas por el equilibrio esperado entre ahorro e inversión. Por último, los factores especiales, tales como la aversión al riesgo y las compras por parte de los gobiernos extranjeros y los bancos centrales, también afectarán los precios de los bonos a largo plazo.

La mayor parte de...

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