Reforma de la salud: ¿otra oportunidad perdida?

AutorSaco, Alexandro

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

Una real reforma de la salud implica reconocer que todos los peruanos tendrán la misma posibilidad de ejercer su derecho a atenciones de salud. (1) Esto se sustenta en tres principios insustituibles en un sistema de salud: universalidad, integralidad, solidaridad.

* Universalidad: los alcances del sistema deben ser para todos, independientemente de cualquier consideración.

* Integralidad: se debe acceder a todas las atenciones necesarias que se requieran para restablecer o mantener la salud.

* Solidaridad: cada quien aporta en la medida de su capacidad y recibe en la medida de su necesidad, sea en la seguridad social mediante el aporte desde la planilla laboral, o en el Seguro Integral de Salud (SIS) mediante los impuestos generales.

¿La reforma propuesta por el gobierno cumple con estos tres principios? No, pues se funda en la continuidad del Aseguramiento Universal en Salud (AUS), que luego de cuatro años de aplicación no ha logrado consolidar las bases necesarias para proteger adecuadamente la salud de la población.

CONTINUIDAD QUE NO FUNCIONA

El principal argumento a favor de la promulgación (9 de abril de 2009) de la Ley 29344 de AUS fue: impulsar el aseguramiento (que la gente cuente con un seguro de salud) implicará que más personas estén protegidas financieramente frente a sus necesidades de salud porque el aporte público o privado a fondos de aseguramiento permitirá que la gente no gaste de su bolsillo. Siguiendo esa afirmación, a más asegurados tendríamos mayor protección financiera y, en consecuencia, menos gasto directo del bolsillo familiar. Las razones contrarias a la promulgación de la ley de AUS como el fortalecimiento de la fragmentación del sistema, la diferenciación de planes de seguros, la continuidad de la discriminación por condición de pobreza, fueron obviadas frente a la posibilidad de que la gente de toda condición social gaste menos en salud ya que los seguros asumirían el riesgo.

La realidad en estos cuatro años de AUS demuestra lo contrario. Si en 2009 las familias gastaban directamente de su bolsillo para acceder a atenciones de salud unos 8 580 millones de soles, en el 2013 se estima que gastarán alrededor de 11 320 millones de soles (31 millones de soles diarios). (2) Es decir, pasar del 40% de población afiliada a algún tipo de seguro a más del 70% en cuatro años no ha significado una efectiva protección financiera frente a las necesidades de salud. Si la ley de AUS hubiera cumplido su objetivo el gasto de las familias se habría reducido o, en el peor de los casos, mantenido; el hecho es que gastamos casi 3 000 millones de soles más al año.

Debido a esta constatación, diversos sectores involucrados en las políticas de salud demandan la necesaria evaluación de los alcances del AUS como paso previo a una reforma, pedido que el Ministerio de Salud (MINSA) y el gobierno no quieren aceptar.

En este contexto, es clave entender la diferencia entre el aseguramiento en salud y la seguridad social en salud (que implica un real acceso para el ejercicio del derecho); ambos conceptos suenan parecido pero son muy distintos.

ASEGURAMIENTO UNIVERSAL EN SALUD

El AUS se basa en que la gente cuente con un seguro de salud público o privado. Al AUS no le interesa que ese seguro brinde una cobertura integral, ya que su indicador de efectividad es el porcentaje de población asegurada. Por eso el énfasis que los gobiernos colocan al señalar que cada vez más peruanos cuentan con un seguro; llegar al 100% de la población asegurada significaría "universalizar la cobertura".

El problema es que las diferencias entre seguros de salud son evidentes. Los asegurados en EsSalud cuentan con una atención (a pesar de las enormes dificultades para lograrla) que cubre desde un dolor de cabeza hasta un trasplante de medula ósea: atención integral según su necesidad. Mientras, los afiliados al SIS solo tienen acceso a las atenciones establecidas en los planes de atención que se encuentran desfinanciados. Y por el lado de los seguros privados vemos que ninguno, a pesar de sus costos, brinda atención integral y los asegurados tienen que disponer de dinero fresco para solucionar sus problemas de salud.

Al equiparar aseguramiento con cobertura (que es el eje de la reforma propuesta por el MINSA), el AUS consagra la diferenciación entre peruanos en relación a su derecho a la salud, manteniendo una salud para...

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