Propuesta de un método para la construcción de la argumentación jurídica
| Autor | Nitish Monebhurrun |
| Páginas | 33-74 |
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Capítulo 2
Propuesta de un método para
la construcción de
la argumentación jurídica
Antes que nada, el método abarca técnicas organizaciona-
les para desarrollar paso a paso el razonamiento jurídico,
siempre con el objetivo de convencer. En el derecho, el con-
vencimiento proviene principalmente de la argumentación y
raramente de la descripción. En la postura mental, proceder
de forma metodológica busca volver la argumentación —y el
trabajo— inatacables: es una lógica casi matemática. Existen,
por tanto, etapas para la construcción de una demostración
rigurosa y convincente: la fase preliminar a ser explicada es,
en ese sentido, imperativa (I) para facilitar la continuación de
la fase escrita (II).
I. LA FASE PRELIMINAR
La fase preliminar consiste en preparar el terreno para que
la parte escrita discurra lógica y rápidamente. Es la parte en
la cual todo el trabajo se piensa y se organiza: es en esta fase
donde se construye la cadena que constituye el hilo conductor
de la argumentación. Todas las piezas argumentativas deben
ser moldeadas y encajadas al inicio de la parte escrita. Según
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Nitish Monebhurrun
el método aquí propuesto, la construcción de la argumentación
jurídica comienza con un proceso de problematización (A) y se
completa con una técnica de síntesis (B).
A) La construcción de la argumentación jurídica mediante la
problematización
Es necesaria una investigación organizada, guiada y com-
pleta (i) para iniciar el proceso de la problematización, en
búsqueda de la problemática (ii).
(i) La problematización propia de la investigación
Para cualquier tipo de trabajo universitario siempre es
fundamental definir y conocer los conceptos claves del asunto
que se está tratando (1), pues es el paso preliminar obligatorio
para saber cómo orientar la investigación (2).
(1) La definición de los conceptos claves para la investigación
Los conceptos claves de un asunto siempre deben ser
definidos al inicio del trabajo. La lógica aquí es cartesiana:
metodológicamente, es necesario conocer los conceptos y los
principios que se pretende estudiar antes de cualquier análisis.
La definición permite esclarecer —para los lectores, pero tam-
bién para el propio entendimiento del autor— la sustancia y los
límites de los conceptos y principios fundamentales del asunto13.
El autor muestra, por lo tanto, que usa definiciones científicas
y no solamente sus preconcepciones para definir los conceptos
claves y, consecuentemente, para delimitar el trabajo y estudiar
el tema. Es una demostración del rigor científico.
Se percibe que varias tesis, disertaciones o artículos abor-
dan el asunto sin siquiera explicar los términos fundamentales
para el entendimiento del resto del razonamiento. No se puede
13 MAFEI RABELO QUEIROZ Rafael, “Como encontrar um bom tema
dentro de minha área de interesse?”, en MAFEI RABELO QUEIROZ
Rafael y FEFERBAUM Marina, ob. cit., p. 55.
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Propuesta de un método para la construcción de la argumentación jurídica
considerar ab initio en un trabajo científico que los términos sean
autoexplicativos y autodefinidos, así como no se puede anticipar
que el lector los entenderá automáticamente. Las palabras no
son meras necedades para los juristas. Por el contrario, todas
ellas tienen un significado propio en el lenguaje del derecho y
la necesidad de definir implica la búsqueda de ese sentido y de
ese efecto útil que es propio de la presencia de cada palabra.
En la ciencia jurídica, los términos siempre son escogidos y
nunca son accidentales. Por ello, corresponde al autor revelar
el sentido intrínseco de todas las palabras-clave del asunto,
inclusive porque, dependiendo del contexto, algunos términos
pueden ser polisémicos y, una vez más, no es el lector quien
debe descifrar y decodificar su sentido. Es una forma socrática
de avanzar en el pensamiento ordenado.
El ejercicio preliminar de definición y de conocimiento
de las palabras clave permite delimitar las cuestiones tópicas
resaltadas por el asunto que está siendo examinado. Se trata
del primer paso de la investigación: las palabras consideradas
como claves indican el camino para iniciar la investigación,
para saber dónde investigar.
(2) Las fuentes para la investigación
Al comenzar un trabajo jurídico, la reacción de muchos
—alumnos— es de referirse, en primer lugar, a los textos
doctrinarios. Se busca lo que ya fue escrito y producido por la
doctrina sobre el asunto, y la doctrina se vuelve la base a partir
de la cual se construye el pensamiento.
El método aquí presentado sigue una lógica diferente.
La doctrina será, ciertamente, consultada, pero no al inicio.
La razón para ello es simple: este método avanza en la inves-
tigación yendo de las fuentes más objetivas a las fuentes más
subjetivas —y la doctrina se encuentra en esa última. Todos los
especialistas de las ciencias sociales tienen su materia prima:
la del jurista es el texto jurídico, sea la ley, la Constitución, los
tratados, todos son instrumentos positivizados en el derecho.
Estos son los que, antes que nada, el jurista debe consultar. Al
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