El proceso
Autor | CARLOS RAMOS NÚÑEZ / MARTÍN BAIGORRIA CASTILLO |
Páginas | 63-83 |
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EL PROCESO
Capítulo III
EL PROCESO
... non es guisada nin honesta cosa que la
muger tome oficio de varon estando publi-
camente envuelta con los homes ...
(Siete Partidas. Par. 3.ª, Tít. 6.°, Ley 3.ª)
3.1. Primera etapa (1878-1883)
El 7 de setiembre de 1878 —narra La Gaceta Judicial del
13 de octubre de 1891—, Trinidad Enríquez recurre al Con-
greso, a efectos de ser declarada apta para: 1.°) obtener los
grados académicos de bachiller, licenciado y doctor; 2.°) ha-
cer los dos años de práctica en un estudio forense; y 3.°)
recibirse en una de las Cortes Superiores, «con los cargos
anexos á la noble profesión del foro, sin restricción alguna»1.
1. La Gaceta Judicial. Año I, Tomo II, N.° 167, martes 13 de octubre de
1891, [p. 2], col. 2.
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Es probable, como se colige de la misma fuente y de la propia
declaración de la letrada, que interpusiese una solicitud simi-
lar ante el Consejo Superior de Instrucción Pública. La petición
ante el Legislativo fue impulsada, a principios de octubre de
1878, precisamente por Francisco González, el diputado obre-
ro de la Sociedad de Artesanos del Cuzco2. Al entregar el
oficio con la solicitud correspondiente, González adujo que la
dispensa a favor de Trinidad Enríquez se justificaba, por tra-
tarse «no solo de la honra del departamento del Cuzco, sino
de la de toda la República»; y agregó: «esta estudiosa señorita
pretende un puesto en el foro que sabrá desempeñar, digna-
mente, por su ilustración y sus virtudes»3.
El 9 de octubre, los diputados Francisco González y José
Manuel Pinzas (diputado por la provincia de Huánuco) pre-
sentan una proposición legislativa «para que las mujeres
puedan obtener, previo los requisitos de ley, los mismos gra-
dos universitarios que los hombres», que fue derivada a la
Comisión Auxiliar de Legislación para el informe respectivo4.
La solicitud de Trinidad Enríquez, por su parte, fue tramita-
da conforme al cauce regular y, a fines de mes, fue entregada
a informe de comisiones5. Sin embargo, entre la efervescen-
cia política —que culminaría nada menos que con el asesinato
de Manuel Pardo, a la sazón presidente del Senado—, la ur-
gencia hacendaria y la creciente amenaza de un conflicto
exterior postergaron el debate de la inusual reclamación. Así,
2. Diario de los debates de la Cámara de Diputados. Congreso ordinario
de 1878. Lima: Imprenta de «El Nacional», por Pedro Lira, 1878. T. 1, p.
627. Sesión del miércoles 2 de octubre de 1878.
3. Ib.
4. Ib., pp. 711-712. Sesión del miércoles 9 de octubre de 1878.
5. Ib., p. 980. Sesión del jueves 31 de octubre de 1878.
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