A la policía se la respeta (¿en serio?)

Por Rolando Chumpitazi. Editor de Lima

A la policía se la respeta fue un lema que surgió hace poco más de diez años, en el 2001, durante el inicio del gobierno de Alejandro Toledo y cuando en el Ministerio del Interior estaban Fernando Rospigliosi, Gino Costa y Susana Villarán, como ministro, viceministro y defensora del policía, respectivamente. Desde entonces, mucha agua ?y coimas, delitos e irregularidades? ha corrido bajo el puente de la inconclusa reforma policial. En el camino, el deterioro en la imagen de la Policía Nacional ha aumentado, y no es extraño que hoy, junto a los congresistas, se disputen los primeros lugares en desconfianza en la población.

Y mientras eso sucede acá, en Chile acaban de revelar una encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) que le da un 58% de aprobación al Cuerpo de Carabineros, lo que ha llamado la atención de los analistas, debido a los cuestionamientos que asaltan a dicha institución básicamente por su desenvolvimiento en el conflicto con los mapuches y los estudiantes.

Aquí, los números no le sonríen a los de verde. Según la última encuesta de El Comercio, elaborada por Ipsos Apoyo, el 67% de los encuestados no confía en la policía. La respuesta a estos números no es difícil de encontrar. Basta con dar una mirada a lo que sucede diariamente en nuestras calles. Policías envueltos en actos delictivos, coludidos con delincuentes de toda calaña, acusados o sospechosos de asesinatos de civiles. Caso como los de Gerson Falla o Wilhem Calero, son emblemáticos para la ciudadanía.

Pero diariamente hay ejemplos y actitudes de los propios policías que contribuyen a esa pésima imagen, que no es de hoy, sino que ya lleva varios años. La reforma policial, que se intentó...

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