Pararse es ir para atrás

Ha hecho muy bien el presidente Humala en anunciar un nuevo paquete de medidas ?reactivadoras? para su discurso del 28 de julio. Con ello ha demostrado que el Gobierno es consciente de que las medidas ya dadas no son suficientes para revertir la desaceleración que desde hace ya buen tiempo viene padeciendo nuestra economía.

La importancia de lograr esta reversión es difícil de exagerar. Al menos si este gobierno sigue teniendo la pretensión de estar caracterizado por la inclusión. De hecho, para poder aumentar el número de personas que accede a oportunidades de mejora económica no basta con que haya cualquier crecimiento, sino que se requiere que el crecimiento sea el suficiente para crear puestos de trabajo para toda la población que cada año se integra al mercado laboral. Si el crecimiento es menor al necesario para lograr esto, se puede tener a la vez crecimiento y aumento del desempleo (y también crecimiento y aumento de la pobreza).Dicho de otra forma, el camino que corremos contra la pobreza es como una de esas fajas en los gimnasios: si uno se mueve menos rápido que esta, retrocede, y se arriesga a salir disparado para atrás. En economía, como en la faja, pararse es ir para atrás. Y esto, a partir de un límite, significa desacelerarse.Este límite, por cierto, no es misterioso. En el Perú cada punto de crecimiento del PBI significa 72.000 nuevos puestos de trabajo. Como, por otro lado, cada año se suman al mercado laboral 360.000 personas, para que no crezca el desempleo los peruanos necesitamos crecer ? según lo acaba de recordar la Cámara de Comercio de Lima ? al menos 4,6% al año. Es decir, en términos de nuestra metáfora, necesitamos un mínimo de 4,6% de crecimiento al año solamente para no retroceder (que es precisamente lo que parece haremos en el 2014, con un crecimiento esperado de menos de 4%). Los avances reales ? la disminución del desempleo y la pobreza? solo se dan creciendo por arriba de este 4,6%.¿Cómo lograr revertir, entonces, la tendencia? La buena noticia es que hay mucho que se puede hacer. Contrariamente a lo que repiten quienes dicen que lo que rige en el Perú es un ?modelo neoliberal? (entendiendo, según parece, el prefijo ?neo? como un sinónimo de ?muy?), la verdad es que tenemos una economía en la que la iniciativa privada puede desplegarse solo con enormes obstáculos y que, ciertamente, resulta mucho menos competitiva que otros mercados con varias de las mismas fortalezas naturales (no obstante todo lo cual...

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