El ojo en los plaguicidas

AutorJosé Vadillo Vila

La agricultura moderna tiene por deber alimentar a más de 7,000 millones de personas. Y para ello cuenta con una herramienta, amén de las semillas optimizadas: los plaguicidas. Los agricultores peruanos no están exentos de su uso. En el 2017, el Perú importó 31’637,033.80 kilogramos de plaguicidas. Y al 27 de junio se tiene el ingreso de 10’450,254.87 kilogramos de plaguicidas. Son cifras que da el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa).

Como dice el jefe nacional de dicha institución, Roberto Acosta Gálvez, las plagas o enfermedades no necesariamente se exacerban por el Fenómeno El Niño Costero, que vivimos el año pasado, o las inundaciones. Se tiene que echar mano a los plaguicidas autorizados continuamente.

A la par, el Senasa busca que se cumpla con “la inocuidad biológica o química de los alimentos”. “Se ha determinado el uso de algunos químicos en los productos primarios; si se exceden los límites, los productos son rechazados. Para nosotros es importante vigilar y controlar el uso adecuado de estos productos”, dice Acosta.

Anexo III de Róterdam

Se refiere a los productos del anexo III del convenio de Róterdam, una suerte de purgatorio donde están listados los más peligrosos plaguicidas y productos químicos industriales; ergo, necesitan ser monitoreados.

El Perú, junto con otros 159 países-parte de las Naciones Unidas, ha firmado este convenio que promueve la responsabilidad tanto de los países que exportan plaguicidas y productos químicos de uso industrial como de los que importan. El Perú pertenece a este segundo grupo. En el 2005, ratificó el convenio.

En el anexo III están listados 51 sustancias químicas, entre plaguicidas, productos químicos industriales y formulaciones plaguicidas extremadamente peligrosas. De la lista de plaguicidas del anexo, el Perú solo se permite la importación de carbofuran, metamidofos, triclorfon y formulaciones de benomil+carbofuran+tiram. Una condición previa a su uso es que los productos estén registrados en el Senasa. El resto de la lista están prohibido y no se permite su importación.

“El convenio obliga a que los países-parte tomen una decisión sobre la importación de estos productos. Y los países que exportan tienen que cumplir con esas decisiones. Porque los 51 productos, o fueron prohibidos en al menos dos países por poner en riesgo la salud humana o el medioambiente; o se trata de plaguicidas o productos que han causado problemas en algunos países”, recuerda Gerold Wyrwal, oficial...

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