Mitos sobre los rescates bancarios

AutorPaul Krugman

El Gobierno federal apostó por rescatar dos bancos de mediano tamaño: Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank. Aunque los accionistas salieron perdiendo, al decidir cubrir la totalidad de los depósitos, los federales les hicieron un enorme favor a quienes poseían cuentas gran- des (el seguro de depósitos solo cubre hasta US$ 250,000).

Las pérdidas, si las hay no está claro si alguno de esos bancos estaba insolvente, en lugar de simplemente carecer de la liquidez necesaria para afrontar una corrida de depositantes, no serán compensadas con un alza de impuestos, sino que el dinero provendrá de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos, que recuperará los fondos, de ser necesario, imponiendo comisiones más altas a los bancos. Pero esas comisiones serán trasladadas al público, así que los contribuyentes terminarán pagándolas.

¿Fue una mala decisión? He escuchado cuatro tipos de críticas. Una es ridícula, dos son discutibles, pero la última me tiene algo preocupado, aunque probablemente sea errónea. Empecemos por la bobería. Muchos en la derecha se han alineado con la aseveración de que SVB cayó porque era excesivamente progresista, lo que es marginalmente menos disparatado que clamar que esa postura ocasiona descarrilamientos-.

SVB no destacaba entre otros bancos por su interés por la diversidad, el medio ambiente, etc. Además, ha habido colapsos de bancos durante siglos. Así que toda esa habladuría sobre progresismo no nos dice nada sobre fracasos bancarios, pero mucho sobre la bancarrota intelectual y moral de la derecha estadounidense.

Ahora, las críticas serias. Hay un argumento razonable, con el que estoy en gran medida de acuerdo: la caída de SVB no supuso una amenaza sistémica como síla causaron los desmoronamientos de instituciones financieras el 2008, empezando con Lehman Brothers. Entonces, ¿por qué rescatar a los depositantes?

Una respuesta es que, guste o no, SVB tenía un rol clave en lo que podría llamarse el ecosistema financiero del sector tecnológico. Si los depositantes hubiesen perdido acceso a su dinero, incluso temporalmente, muchas empresas tecnológicas se habrían quedado sin fondos para pagar sus planillas y demás obligaciones, lo cual habría provocado un perjuicio prolongado. Desaparecer al sector cripto sería un servicio público, pero hay otras cosas buenas que podrían sufrir daños.

En ese sentido, el rescate de SVB fue parecido al rescate de las automotrices General Electric y Chrysler, en 2009, que también se...

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