El límite de endeudamiento

AutorPaul Krugman

Mi banco me pidió verificar una compra con mi tarjeta de débito que su algoritmo marcó como potencialmente cuestionable. En un mundo racional, elevar el límite de endeudamiento federal sería el equivalente atipear "1" en respuesta a tal consulta, confirmar una operación ya realizada y elevarlo no otorga al presidente libertad para gastar lo que quiera, sino que permite al Gobierno honrar sus compromisos, desde pagarlos intereses de su deuda hasta enviar cheques a beneficiarios de programas sociales.

Estos compromisos, debidamente autorizados por el Congreso, exceden el monto esperado de ingresos fiscales, así que deben ser cubiertos en parte con emisión de deuda; es un proceso normal y los mercados financieros están encantados de prestarnos dinero. Pero una peculiaridad del proceso presupuestal de este país requiere que el Congreso, tras haber aprobado el presupuesto, vote de nuevo para autorizar al Tesoro a financiaresos gastos.

Los republicanos que no tuvieron problema en aumentar la deuda cuando Donald Trump estuvo en la Casa Blanca se alistan para usar esa peculiaridad como chantaje. La semana pasada llegamos a ese límitede endeudamiento, aunque maniobras contables pueden posponer la crisis hasta junio. ¿Pero qué pasará cuando se agoten esas maniobras?

Se trastocarán las operaciones del Gobierno, los republicanos claman que tienen una vía para "priorizar" pagos. Sin embargo, incluso si se mantienen los pagos de intereses, todos se preguntarán si Estados Unidos es un pagador confiable. Además, la deuda estadounidense tiene un rol especial en los mercados mundiales, pues la consideran el activo más seguro y es un colateral para muchas transacciones. Si los inversionistas perdiesen confianza en que el Tesoro honrará sus compromisos, podría sobrevenir un colapso financiero global.

Por ende, ¿los demócratas deben ceder a las exigencias republicanas? Pues no. Un partido que apenas controla una cámara del Congreso no debiera imponer políticas profundamente impopulares. La actual camada de republicanos en la Cámara Baja hace que el Tea Party, que usó el límite de endeudamiento para chantajear al presidente Barack Obama, se vea razonable. Hoy, ese partido ni siquiera parece tener un conjunto coherente de demandas; un número significativo de sus miembros preferiría "ver el mundo arder" bajo un Gobierno demócrata. ¿Cuáles son las alternativas? Yo vislumbrotres rutas. Primera, si bien es desconcertante que los demócratas no hayan subido el límite...

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