Lejos de terminar

AutorThe Economist

Tras el prolongado boom que siguió a la crisis financiera de 2007-2009, en ocasiones parecía que los precios de las viviendas no dejarían de aumentar. Las ventas crecían amedida que las ultrabajas tasas de interés y la escasez de suministros incentivaban la competencia por adquirir inmuebles. Pero ahora es distinto. En el mundo rico, desde Estados Unidos a Nueva Zelanda, las ventas se han hundido debido a que sus bancos centrales se han embarcado en el mayor ajuste monetario en cuatro décadas.

En vista de que lo más fuerte del alza de tasas de interés ya ocurrió, muchos en el sector inmobiliario comienzan a preguntarse si lo peor pasará pronto. La economía mundial ha probado su resiliencia ante la presión de políticas monetarias restrictivas, pese a que un puñado de bancos no aguantó, lo que ha dado esperanzas a inversionistas y propietarios de que los precios estarían por tocar un nivel mínimo (y luego rebotar). Es probable que ese optimismo resulte infundado.

Así como la subida de tasas de interés tomó tiempo para golpear al sector inmobiliario, el alivio demorará, pues los colchones que suavizaron el golpe comienzan a verse raídos. Aunque las hipotecas a tasa fija, que protegen a los tenedores del aumento de costos, son más comunes fuera de Estados Unidos, la mayoría tiene tasas fijas para periodos cortos en Reino Unido, casi la mitad las tiene para no más de dos años. En tanto, los ahorros en exceso acumulados durante la pandemia ya no brindan tanta protección, porque se han reducido. Las encuestas señalan que los hogares de ingresos bajos en la eurozona casi han agotado sus reservas.

Al evaluar cuánto caerán los precios de las viviendas, el mundo rico puede dividirse en tres. Empecemos con los que ajustaron temprano, entre ellos Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Suecia, cuyos bancos centrales reaccionaron rápido a la inflación. Durante la pandemia, los precios se dispararon gracias al crédito barato y los compradores tomaron hipotecas mayormente a tasa variable. Según la OCDE, los precios han caído 14% en Nueva Zelanda y Suecia, y 9% en Australia.

Aunque el banco central australiano no subió sus tasas de interés hasta mayo, los hogares ingresaron a ese periodo cargados de deudas (equivalía a más del 200% del ingreso neto disponible del 2021), lo que ele- vaba su riesgo ante tasas de interés más altas. Goldman Sachs proyecta que los precios de las viviendas tendrán una reducción total, respecto de sus picos, de 19% en Nueva Zelanda...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR