¿Kina se va a la cana?

Por Rolando Chumpitazi. Editor de Lima

Kina Malpartida, nuestra campeona, nuestro orgullo, está en el ojo de la tormenta. Está en problemas. Contra las cuerdas. Y no urgida por una combatiente retadora, si no, más bien, por seguir esa vieja y arraigada creencia nacional de que ?en la república peruana todos hacen lo que les da la gana?.

Pues en esta ocasión, el malhadado consejo no ha sido efectivo. Tras un incidente automovilístico -chocó con un taxista y luego intentó darse a la fuga- ha resultado que Kina estaba cometiendo una falta mucho más grave y peligrosa.

Aquel día de enero, Kina estaba conduciendo cuando no debía. Y no debía conducir porque su brevete estaba suspendido por un año por manejar con más alcohol en la sangre que lo permitido. Es decir, en estado de ebriedad, según la legislación vigente.

Por esa falta el procurador del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Jaime Vales, la denunció. Y el Ministerio Público recogió el guante y ha decidido investigarla. De ser hallada culpable, Kina recibiría como sanción hasta dos años de prisión suspendida, y la posibilidad de que su licencia de conducir le sea retirada de por vida. O sea, no podría manejar más.

En un país acostumbrado a que las leyes se cumplan, una noticia así no debería sorprender. Sería moneda corriente.

En cambio, en un país como el nuestro, es la excepción, pero ni esa posibilidad asusta a muchos. Las pistas siguen tiñéndose de sangre y las estadísticas sobre accidentes de tránsito producto del alcohol siguen creciendo.

Más que respetarlas, las leyes están hechas para ser cumplidas. Es el deber de todo ciudadano de un país, sin importar su condición social, su posición o si es campeón mundial o no.

En ese...

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