Israel y Palestina: más allá de las buenas intenciones

Por Leyla Bartet. *

Acinco semanas de las elecciones parlamentarias israelíes nadie espera sorpresas: el halcón Benjamin Netanyahu en alianza con Israel Beitenu (el partido de extrema derecha) logrará una amplia mayoría en la Knesset (Parlamento).

Si bien es cierto que en este contexto extremista la oposición alternativa israelí ?aquella que cree en la paz y en la coexistencia? es minoritaria, no por ello carece de un discurso original y persistente, a veces heroico a juzgar por los meses de prisión que muchos de sus miembros han sufrido.

Veinte años después de los acuerdos de Oslo que marcaron el triunfo de la idea ?dos pueblos-dos estados?, las opciones empiezan a diversificarse, arropadas en el desencanto y la frustración.

Más allá de la alegría popular por el triunfo político que la Autoridad Nacional Palestina ha obtenido en la ONU en noviembre pasado, una parte de la opinión pública de Ramala y Gaza y los grupos israelíes pacifistas temen el boicot de Israel a esta solución. En efecto, el periodista israelí Noam Sheizaf sostiene que existe una escisión entre una opinión favorable a la solución de dos estados (52,3%) y un voto subterráneo, que no se asume públicamente, y que prefiere el mantenimiento del statu quo. Esto se explica, según Sheizaf, porque el país ha logrado una cierta estabilidad y tiene índices de crecimiento de 5% (2011), los más altos de Occidente. Es más conveniente seguir ganando territorio (desplazando la frontera, como diría Sharon), ante la permisividad de Europa y Estados Unidos, que sentarse a negociar.

Otras opciones rechazan la solución de dos estados. Así, el israelí Beguin-Sadat Center for Strategic Studies (BESA) publicó un documento titulado ?Alternativas regionales a la solución...

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