Los impuestos destruyen matrimonios en China

Por ADRiáN FoNCiLLAS. Desde BeijingRecientes estadísticas sugieren que China padece una epidemia de desamor: en las grandes ciudades los divorcios se han disparado. Solo en Beijing se han disuelto 39.075 matrimonios en los primeros nueve meses del 2013, un incremento de 41% respecto al año anterior. En Shanghái, el alza es de 40%.Los expertos apuntan que en realidad la culpa la tienen los prosaicos impuestos. China aprobó en marzo una nueva tasa que grava las ventas de casas con un 20 % de su valor cuando antes solo era de entre el 1% y el 3 %. Forma parte de su homérica cruzada contra la escalada de los precios inmobiliarios, una de las principales causas de descontento social. Pero el salto fiscal es considerable y muchos han buscado maneras de sacarle la vuelta al espíritu de la ley, redactada con más agujeros que un queso gruyère. Sucede, por ejemplo, que las parejas con dos propiedades pueden divorciarse, poner un nombre diferente a cada una de ellas y venderlas acogiéndose al régimen fiscal anterior. Una vez concretada la operación ?y defraudados cientos de miles de yuanes en impuestos?, los ex cónyuges pueden casarse de nuevo.Una demostración de la validez de esta teoría es que en las ciudades donde todavía no se aplica la nueva norma la cifra de divorcios no ha variado tanto. En Chongqing, la urbe más importante del centro del país, apenas han subido un 7%.?Aunque su propósito sea evitar los impuestos, dicen que se les acabó el amor y que sus personalidades son incompatibles?, ha asegurado a la prensa local Li Ziwei, vicepresidente de la Asociación de Matrimonio y Construcción Familiar de Beijing. Tang Can, investigador de la Academia China de Ciencias Sociales, ha pedido la modificación de la ley porque ?daña claramente la estabilidad familiar?. La Generación YoUna oficina de Shanghái ha colgado en su puerta...

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