<>: una entrevista con Andres Gomez de la Torre: ex analista de Inteligencia Estrategica del Sistema de Inteligencia Nacional y ex jefe del Frente Externo del Consejo Nacional de Inteligencia, el abogado Andres Gomez de la Torre es actualmente Director de la Escuela Nacional de Inteligencia. Su ultima publicacion es SIN arcana imperii: Inteligencia en democracia.

AutorToche, Eduardo

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¿Cómo nacen los servicios de inteligencia en el Perú? En tu libro mencionas que a partir de la década de 1950 tenemos grupos de soplones al servicio del gobernante de turno, y en esos años también vemos los primeros intentos de profesionalizar e institucionalizar estos servicios.

Desde su creación formal son, por definición, de inteligencia, de guerra fría, de contención al comunismo, con una orientación contrasubversiva neta. Esto tiene que ver con el perfil de un sistema interamericano de seguridad dirigido a la contención del comunismo. Por esa razón, son servicios de inteligencia que nacen de las Fuerzas Armadas. Esto no es privativo del Perú. Brasil crea su servicio de inteligencia en 1946, al igual que Argentina, y Colombia lo hace en 1953, pero varios servicios de inteligencia latinoamericanos son creados por gobiernos autoritarios. En el nacimiento de los servicios de inteligencia en Latinoamérica se da una mezcla de militarismo contrasubversivo y de autoritarismo.

Hay una marca de fundación: inteligencia con militarización. Al frente había un enemigo al que era preciso plantearle una lucha esencialmente militar, pero por otro lado hablamos de servicios que están insertos en un sistema hemisférico. ¿Hasta qué punto esto redujo la debida autonomía de estos servicios? ¿Cómo se plantearon metas que no necesariamente respondían a objetivos nacionales?

Eso tiene que ver con lo que los estadounidenses llamaban COIN, la contrainteligencia. Luego de la Revolución Cubana, varios dirigentes demandaron hacer en la cordillera de los Andes muchos Vietnam. Asimismo, había una fuerte influencia de los movimientos de liberación nacional. El contexto internacional determinó el perfil de los servicios de inteligencia, por eso su orientación contrasubversiva. Está el caso de la guerra de Argelia, de la escuela francesa, de la escuela británica de Thompson en Malasia, y la importación de doctrinas europeas básicamente francesas en la Escuela de las Américas y en el proceso de la política contrasubversiva de los Estados Unidos frente a los focos de insurgencia. Todo eso perfila servicios de inteligencia militares, no civiles, que finalmente tienden a hacer inteligencia interna, a perseguir a una supuesta subversión cuando se trataba de un proceso de liberación nacional, que los franceses no entendieron. Es así como se termina haciendo inteligencia interna, operaciones políticas en beneficio del poder de turno para neutralizar a la oposición. Estos puntos de partida de las décadas de 1950 y 1960 determinan lo que en los 70 es la Operación Cóndor, o las viejas y malas prácticas de los servicios de inteligencia latinoamericanos que hasta hoy subsisten en las democracias.

¿Cómo funcionó el servicio de inteligencia peruano durante los gobiernos democráticos y durante el gobierno militar? ¿Qué diferencias hubo en ambos períodos?

Cuando se crean los servicios de inteligencia en el Perú ya se preveían los fenómenos insurgentes, que venían por un contexto bipolar de relaciones internacionales y tenían efecto en la guerrilla que surge en 1965, que en su momento fue sorteada con bastante éxito. Mal que bien, quizá en el caso peruano o panameño, en el caso boliviano puntualmente, los militares comenzaron a repensar su posición en la política, el empleo del servicio de inteligencia y la contención de estos procesos insurgentes y subversivos.

Los servicios de inteligencia institucionales de las Fuerzas Armadas pudieron mostrar éxitos como La Convención y la represión a la guerrilla del MIR. En cierto modo, el proceso reformista de Velasco también es reivindicado por los militares que estaban dentro de los servicios de inteligencia. Los diseñadores de las salidas reformistas fueron hombres de inteligencia. ¿Por qué no hubo una contraparte civil? ¿Por qué no se fortaleció una parte nacional, estatal, en su más amplio sentido, de los servicios de inteligencia?

Augusto Zimmermann siempre decía que el golpe de 1968 se pergeñó sin la información y apoyo de los servicios de inteligencia nacional, pero con la...

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