Gasto y oportunidad

Por JULIOESCALANTEPERIODISTACuando la compañía Avivel, dedicada a la producción de huevos, decidió invertir para automatizar por completo su proceso sumando tecnología, la gerencia propuso que se buscara alguna forma de reducir su carga de gasto. Suponían que existía una alternativa. Buscaron en Internet y así llegaron a Concytec. ?Pero fue por pura iniciativa de la empresa, si no hubiera surgido la necesidad no nos enterábamos?, dice Raúl Velit Madueño, gerente general de Avivel, la primera empresa que calificó el año pasado para obtener un beneficio tributario por sus gastos en investigación y desarrollo.Pero en realidad no existía un incentivo real en esta medida hasta que la semana pasada el Congreso aprobó el proyecto de ley para que se pueda deducir en el pago de Impuesto a la Renta hasta el 175% y no solo el 100%. La nueva norma reconoce el gasto realizado en diferentes etapas. Lo que se haga en cada año del proyecto innovador puede aplicar al beneficio tributario porque el alcance de la norma llega hasta el 2019. Aquí surge la pregunta de si es una buena decisión reducirle impuestos a algo en trámite y que no tiene una eficiencia probada. Sin embargo, la naturaleza de estos incentivos es justamente reconocer el proceso de innovar, la suma de actividades para llegar a un final que puede ser próspero para la compañía o también un fracaso. El ministro de la Producción, Piero Ghezzi, ha dicho que es necesaria la intervención estatal para dar este incentivo porque las empresas prefieren imitar que asumir el riesgo de innovar. Esperan que otro haga el gasto. Este desbalance desalienta a quien de verdad quiere comenzar a innovar, porque no encuentra el terreno parejo. ?El éxito está en probar y equivocarse, pero si encima nos cargan con impuestos por probar no avanzamos. Concytec juega un papel importante porque este no es un tema que pueda entender solo la Sunat?, dice César Zevallos, presidente del Comité de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Cámara de Comercio de Lima.Ghezzi justifica este subsidio porque los retornos a la sociedad serán mayores si hay más empresas innovadoras. Mientras que otro enfoque del tema apunta a que no se debería intervenir porque la actividad empresarial es de por sí riesgosa y el riesgo es el que trae la rentabilidad: por cada empresario al que le va bien hay cientos que fracasan. ¿Por qué premiar a todos? Desde esa óptica generar subsidios para proyectos sin éxito, con dinero de los impuestos, podría ser...

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