Los fatigados consumidores estadounidenses soportan una carga pesada

Alguien se acuerda de Joe Sixpack (consumidor típico de EE.UU.)? Después de haber actuado para el mundo entero como el consumidor de último recurso durante la mayoría de las décadas de la posguerra, se esperaba que la clase media americana asumiera un papel mucho más modesto desde la quiebra del 2008. Durante algunos años, el consumo estadounidense entró en hibernación. Ahora, con el crecimiento más lento de China, el estancamiento de Europa y el haberse marchitado algo de la emoción temprana sobre ?Abenomics? de Japón, una vez más el futuro del crecimiento global depende del apetito de gasto del legendario Joe. ¿Se sentirá afortunado?La clase media estadounidense no está en ninguna condición para convertirse de nuevo en el rugiente motor del crecimiento mundial. El ingreso promedio ha caído un 5,4% desde que comenzó la recuperación estadounidense. El desempleo sigue más cerca del 8% que del 7%. Y las familias han dejado de pagar sus deudas, por lo menos temporalmente. Pero a falta de otras fuentes de demanda a corto plazo, una vez más se le han impuesto esperanzas al maltratado consumidor estadounidense. El consumo representa aproximadamente el 70% del producto bruto interno (PBI) estadounidense y como el 16% de la demanda global. Los exportadores de todo el mundo esperan, por esto mismo, que el consumidor estadounidense ponga de su parte por la prosperidad mundial. Las señas recientes indican que sí está dispuesto a ayudar, pero ¿hasta qué punto? y ¿a qué precio? son preguntas abiertas. En mayo, las crecientes importaciones hicieron subir el déficit comercial estadounidense un 12%, a US$45.000 millones, la mayor subida en cinco años. Las importaciones de China representaron casi dos tercios de esto. Si sigue así, el déficit EE.UU.-China excederá US$300.000 millones este año. Mientras tanto, las exportaciones estadounidenses cayeron. La meta del presidente Barack Obama de doblar las exportaciones en cinco años ? siempre misteriosa ya que era una meta aproximada? se ha vuelto inalcanzable. Ni tampoco se levanta la inversión comercial. El mes pasado en EE.UU. se vio un aumento saludable de 195.000 empleos pero hubo una continua disminución en el empleo en las fábricas. Los pronósticos iniciales de que la recuperación estadounidense sería encabezada por un rebote en la manufactura ahora lucen seriamente despistados. Lo cual nos deja al consumidor estadounidense. Todo esto suena muy familiar. Después del fracaso del mercado de hipotecas de...

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