Evolucion y caracteristicas del presidencialismo peruano.

AutorGarc
CargoENSAYOS

Sumario 1. Los primeros años 2. La Constitución de 1828 3. La configuración del modelo: 1856-1867 4. Una importante inflexión: 1933 5. El cierre del modelo: 1979 y 1993 6. Los inicios republicanos (1828-1856) y después 7. Los nuevos rumbos: 1930-1980 8. Lecciones de medio siglo: 1930-1980 9. De 1980 a 2000: democracias y dictadura 10. Un giro fundamental: 2000 11. Mirando hacia adelante 1. Los primeros años

La independencia política del Perú se formaliza el 28 de julio de 1821, por expresa declaración que en ese momento hizo el general José de San Martín, que de esta forma culminaba una larga campaña militar que habiendo partido de la Argentina y continuado en Chile, llegó al Perú. En el norte, el movimiento independentista avanzaba impulsado por el general Simón Bolívar. Ambas corrientes se encontrarían al final en el centro del antiguo imperio español en América.

Ya para esa época casi todos los países del área habían abandonado su pertenencia a la corona española, si bien algunos demorarían más tiempo en hacerlo, como es el caso especial de Cuba y Puerto Rico en el Caribe. Pero en 1824, con la batalla de Ayacucho se consumó, por así decirlo, la independencia hispanoamericana.

Pero tan pronto San Martín llegó a Lima y proclamó la independencia, al mismo tiempo que continuaba la lucha con el ejército español que resistía en la sierra, pensó que debía ponerse en cuestión la forma o sistema de gobierno que debía adoptar el Perú independiente. Esto lo llevó a crear en enero de 1822 la denominada > que, reuniendo a los notables del momento, discutiría esta cuestión. Este dato es importante pues es la primera vez --y quizá la única-- que el Perú acometió la tarea de discutir ampliamente --dentro de las limitaciones de la época-- cuál sería el sistema de gobierno que adoptaría en adelante.

Lo importante es que pese a este gesto de buena voluntad, San Martín tenía como opción política la monarquía. Y si bien no quería imponerla, llevó a cabo dos cometidos que eran reveladores: por un lado, alentó sutilmente dentro de la recién creada > para que optase por una solución monárquica. Y en segundo lugar, envió una misión a Europa, integrada por Juan García del Río y Diego Paroissien (diciembre de 1821) que tenía como meta buscar un príncipe europeo para el futuro reino del Perú.

La posición de San Martín, explicable en aquel momento y dentro de las circunstancias que se vivían, no tuvo eco en el medio peruano. La > tuvo como tema central el debate entre monarquía y república, y triunfó esta última. Y al hablar de república, la inspiración era indudablemente la única que existía a ese momento: los Estados Unidos, que además era de corte presidencial, sistema de gobierno que el nuevo país había creado, y que estaba llamado a tener larga influencia en el resto del continente.

Y así y por diversas circunstancias, se impuso el modelo republicano de gobierno pero con características peculiares. En paralelo y luego de la entrevista de Guayaquil, San Martín se retira del Perú y deja abierto el campo a Bolívar (no obstante lo cual, este último demoró todo un año en venir al Perú para culminar lo que inició San Martín). En el camino quedaron aprobados por el nuevo Congreso, dos textos importantes:

  1. Las > en septiembre de 1822, que sentó las bases del gobierno republicano y representativo, con la división de poderes y el respeto a las entonces llamadas garantías individuales. Este documento tiene un carácter programático y es una especie de avance de lo que vino después.

  2. A continuación se sancionó la Constitución de 1823, que casi no tuvo vigencia ni influyó en el futuro desarrollo del nuevo país. No solo fue muy liberal en su diseño --fruto, por lo demás de la influencia francesa que venía como eco de la famosa Revolución-- sino que dio poderes excesivos al Congreso, el cual nombraba una junta Gubernativa compuesta por tres miembros que dependían del órgano legislativo y que era una especie de Ejecutivo colegiado. En el fondo, un ensayo algo tímido de gobierno convencional, que evitó nombrar un Presidente de la República, por el temor de que ello significase la tiranía de un solo hombre.

    El asunto es que esta Constitución de 1823 no llegó a ser aplicada, en parte porque la guerra continuaba contra las tropas del virrey español (y así lo fue hasta 1824). Y porque al venir Bolívar a Lima invitado precisamente para culminar la obra iniciada por San Martín, requirió de amplios poderes que dejaron de lado el manejo institucional diseñado por esta Constitución.

    Cuando la guerra hubo concluido, habían pasado varias cosas. Lo primero es que la Constitución peruana de 1823 era impractible, lo segundo es que la Gran Colombia, hechura del Libertador Bolívar (y que incluía los actuales Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá) atravesaba serios problemas. Y finalmente, porque por intrigas internas, se había creado la República Bolívar, luego llamada Bolivia, que era una nueva realidad política con la que había que contar (Bolívar, como se sabe, no estuvo de acuerdo con la idea, si bien aceptó los hechos consumados). Y finalmente, la situación interna en el Perú era bastante movida y conflictiva. Bolívar no era monárquico sino republicano, pero en sus largos años de lucha en su tierra natal, llegó al convencimiento de que nuestros pueblos necesitaban gobiernos fuertes y centralizados. De ahí que preparó para el nuevo país altiplánico una Constitución que hizo jurar en el Perú en 1826, y que pensaba que podía aplicarse luego en la Gran Colombia. Y como meta final, la Federación de los Andes, que ideó en 1826, y para lo cual convocó a un Congreso en Panamá, que lamentablemente no tuvo mayor resonancia.

    La Constitución de 1826 es pues la segunda Constitución peruana, y presenta rasgos interesantes, algunas garantías importantes vinculadas con el órgano judicial y el electoral. Y una composición legislativa curiosa con tres Cámaras; así como una presidencia vitalicia, que el mismo Bolívar asumiría. Este pequeño detalle fue el que finalmente hizo inviable el proyecto. Más aún cuando Bolívar tuvo que salir rápidamente del Perú y volver a la Gran Colombia, donde lo esperaban serios problemas. De hecho, Bolívar no volvió más al Perú y a la postre fue dejado de lado por los mismos países por los que más había luchado por su independencia. Decepcionado de todo, decidió retirarse del escenario político y emprendió un exilio voluntario a Europa. La muerte lo sorprendió en Santa Marta (Colombia), en diciembre de 1830.

    La Constitución bolivariana, llamada también boliviana o vitalicia, tuvo una vigencia efectiva de siete semanas y una duración formal de siete meses. Los liberales peruanos la pusieron de lado, convocaron a una constituyente y aprobaron la Constitución de 1828, de larga como fructífera influencia.

    1. La Constitución de 1828

      Según señala Manuel Vicente Villarán, la Constitución de 1828 es la madre de todas nuestras constituciones, pues ella puso las bases de todo lo que vino después, tanto en el orden orgánico como en el de los derechos de la persona. Y fue importante además porque incorporó un Poder Legislativo con dos cámaras, con determinadas competencias y un Presidente de la República, titular del Poder Ejecutivo, acompañado y asistido por ministros de Estado, en número de cinco y que eran el apoyo y el respaldo del Presidente. Aún más, toda decisión presidencial debería contar con el refrendo ministerial, lo que conllevaba la responsabilidad de los ministros por sus actos y por los del Presidente. Inclusive con una responsabilidad compartida.

    2. La configuración del modelo: 1856-1867

      Aceptado lo anterior, la vida política siguió su curso en forma lenta pero inexorable. La presencia de los ministros hizo inevitable cierta presión parlamentaria sobre ellos e incluso amagos de censura e interpelaciones, nacidas de la costumbre y sin respaldo normativo alguno.

      La praxis parlamentaria llevó a que en la Constitución de 1856 se introdujera, por influencia del modelo francés y en especial de la Constitución de 1848, el Consejo de...

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