Son los pequeños errores los que nos meten en mayores problemas
Por Lucy Kellaway. *
Se supone que Scott Thompson es un hombre inteligente. Sin embargo, el ex CEO de Yahoo hizo algo increíblemente estúpido. Alegar que tiene un grado académico en Ciencias de la Computación y Contabilidad cuando en realidad solo tiene uno en Contabilidad es algo realmente estúpido.
Es muy probable que las personas que trabajan en Diageo también sean muy inteligentes. Pero impedir que un pequeño productor de cerveza consiga ganar un premio la semana pasada fue un acto increíblemente tonto.
Sin duda alguna, los banqueros de JPMorgan son inteligentes. Se podría decir que se pasan de listos. Sin embargo, esto no evitó que perdieran US$ 2 mil millones, y que su CEO James Dimon denominara a esto ?un error, un descuido y poca capacidad de discernimiento?.
Casi siempre nuestras pequeñas equivocaciones son las que nos ocasionan los mayores problemas. Aquellas cosas que sabemos que son estúpidas, incluso en el momento en que las estamos haciendo, pero las hacemos igual.
Hay una nueva palabra que define a las personas inteligentes que cometen errores estúpidos: ?disracionalia?. Este término ha sido acuñado por Keith Stanovich, un psicólogo de la Universidad de Toronto, que sostiene que estamos preprogramados para cometer errores tontos. Esto se debe en parte a que pensamos que somos mejores de lo que somos. También buscamos pruebas que sustenten lo que creemos. Y nos distraemos con facilidad.
Para poder comprender hasta dónde llega esta estupidez del ser humano, no tengo más que verme a mí misma. Tan solo la semana pasada hice un comentario muy despectivo sobre un colega en una oficina y me di cuenta de que el hombre al que estaba haciendo referencia estaba parado justo detrás mío. Mi metida de pata no fue tan seria por la total ausencia de la tecnología en la situación. No estaba conectada a ningún micrófono ni a otro medio, así que solo tres personas me escucharon.
Gracias a la masiva conectividad, la mayoría de las metidas de pata ya no son insignificantes, sino gravísimas. Internet ha hecho mucho más fácil que se detecte la falsedad en un C.V. de Yahoo y que el mundo entero haga un gran escándalo sobre el asunto.
El e-mail ?al igual que el mensaje de texto? sigue siendo la forma más rápida para meterse en grandes problemas sin esfuerzo. Pese a que todos sabemos perfectamente bien que jamás debemos escribir algo en un e-mail del trabajo que no queremos que sea leído por todo el mundo, lo seguimos haciendo.
El personal de Goldman...
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