El diablo está en los detalles

Por Socio de Impuestos de EYLea mañana en Economía aDiego Marrero El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta. El presidente electo Pedro Pablo Kuc-zynski (PPK) ha adelantado que solicitará facultades legislativas al Congreso para promover la reactivación de la economía. La ocasión puede ser propicia para revisar la Ley General de Minería (LGM), pues en muchos aspectos ha quedado desfasada.Recordemos que la LGM fue promulgada en 1981, cuando PPK ocupó la cartera de Energía y Minas durante el gobierno de Belaunde. En la década siguiente dicha ley fue objeto de una serie de reformas para fomentar la inversión privada en el sector minero y generar mayor seguridad jurídica para la exploración. Esto tuvo como resultado la puesta en marcha de proyectos en distintos puntos del país; el más importante de ellos, la mina Yanacocha en el departamento de Cajamarca. Muchas cosas han cambiado desde entonces. En años recientes, los montos requeridos para la construcción de un proyecto se han multiplicado. Basta notar que Yanacocha demandó una inversión inicial de unos US$60 millones, mientras que en las Bambas se habría llegado a los US$10.000 millones.Por ello se hace necesario adecuar la LGM a la nueva realidad. Uno de los problemas es que las normas tributarias que contiene fueron diseñadas para inversiones de menor magnitud y, paradójicamente, lo que en su momento habría sido concebido como un beneficio podría terminar siendo contraproducente y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR