deriva poética

Por josé carlos picónel sol, la cerveza, la playa, la Coca-Cola, los parques y un amor le impidieron ser premio Nobel de Física. Una encomiable iniciativa acaba de publicar en un solo volumen los tres primeros libros editados y publicados en vida del autor: ?Orilla? (1961), ?Charlie Melnik? (1962) y ?Las constelaciones? (1965). Bajo el título de ?Las islas aladas?, el sello Pesopluma ha reunido estas tres experiencias, hoy ya inubicables individualmente. Recordemos que la ?Obra poética completa? de Hernández apareció en el fugaz sello Trama y Punto del escritor Ernesto Mora. Ahí podían apreciarse los inicios del poeta de Jesús María, así como la recopilación de todos los cuadernos que, como un proyecto solitario y estético, escribía y diseñaba Hernández con el afiebramiento y el solaz que dotan los paseos por las calles de la Lima de clase media, sus jardines, bares y bodegas. Para Roger Santiváñez, quien aporta el prólogo a esta nueva edición de la poesía de Hernández, la célula compuesta por Antonio Cisneros, Javier Heraud y el propio Lucho inauguró la poesía peruana contemporánea como la conocemos hoy. La precoz maestríaDesde ?Orilla?, publicado por primera vez por el sello La Rama Florida que dirigía el poeta promotor Javier Sologuren, Hernández hizo gala de un lenguaje sobrio, lírico y no exento de extrañeza. Luego vendría ?Charlie Melnik?, con aquel arranque de antología, ?Como cuando vivías / Cantarás. / Aunque no vuelvas?, también por La Rama Florida; y, posteriormente, ?Las constelaciones? en la edición de los Cuadernos Trimestrales de Poesía de Trujillo, un zodiacal abordaje a zonas diversas de la subjetividad humana y a la despierta lectura de poetas como Ezra Pound. Palabra de editorTeo Pinzás es responsable de la edición de ?Las islas aladas? y también especialista en la poética del autor de los legendarios cuadernos. ?Seguimos dos criterios principales a la hora de agrupar estos poemarios; en primer lugar, respondimos al hecho de que fueran los poemarios germinales de Hernández, cronológicamente hablando?, explica; ?en segundo lugar, es imposible dejar de atender a que fueron escritos para ser publicados, lo que los diferencia del resto de la obra hernandiana, que se configuró como una inédita, con toda la libertad que mantenerse al margen del circuito editorial implica, y que recién se comenzó a pensar como editable en la etapa final de la vida del autor?.Por otro lado, Pinzás precisa que hay notas comunes entre ambos...

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