El BCE prefiere no hacer nada, por ahora

Por Claire Jones. Corresponsal de la EurozonaLa primavera estaba destinada a ser la temporada en la cual el clima de la recuperación de la eurozona se volvería más ?soleado?. En cambio, a medida que los días se alargaron, el panorama se ensombreció aún más.Todos los rastros de optimismo que permanecían desde principios de año se desvanecieron por completo la semana pasada: los datos oficiales mostraron que Italia estaba de nuevo en recesión, y las cifras de Alemania en relación a los pedidos industriales indicaron que la economía más grande y más fuerte de la región no era lo suficientemente fuerte como para restaurar la salud económica de los demás.Se espera que las próximas cifras para el producto interno bruto de la eurozona muestren una caída en el crecimiento a 0,1% de 0,2% en el primer trimestre. La pregunta más importante es si esto es un incidente temporal, o el precursor de un segundo semestre de 2014 más débil.El Banco Central Europeo (BCE) ha insistido en que la recuperación sigue adelante. Independientemente de si el paso del tiempo lo compruebe o no, los funcionarios no están dispuestos a parchar las grietas con papel. Mario Draghi, presidente del BCE, señaló la semana pasada que el consejo de gobierno no se inclina por la flexibilización cuantitativa a gran escala en los próximos meses.La falta de acción puede parecer alarmantemente complaciente para un banco central que, incluso dentro de la interpretación más estrecha de su mandato, parece estar haciendo demasiado poco; a un 0,4%, la inflación se encuentra a menos de una cuarta parte de su objetivo de menos pero cerca del 2%. En la periferia, los precios siguen cayendo.Pero el BCE cree que al menos hay dos buenas razones para esperar.La primera es que las autoridades creen que, aunque no hagan nada por el momento, los efectos del paquete de medidas que se dio a conocer en junio impulsarán el crecimiento.Existe una creencia dentro de los mercados de que los bancos se abalanzarán sobre la oferta de préstamos baratos de cuatro años con tasas fijas del BCE, conocida como TLTRO, con una utilización esperada de entre ?450 mil millones y ?850 mil millones de un máximo de ?1 billón. La primera subasta se llevará a cabo en septiembre. Si la utilización es de tal proporción en ese momento, eso podría actuar como un sustituto indirecto para la compra de bonos.Asimismo, el BCE considera que el euro se debilitará. Los inversores ya habían empezado a notar que el guardián monetario de la...

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