En Barranquilla me quemo

Por Miguel Villegas. Enviado especialBarranquilla. No hay 45 grados pero qué caliente está el vestuario de Perú. Estamos todos calientes. No existen los partidos hechos para perder. No para una selección como la peruana que respira con dificultad, que necesita medicinas, sobrevive. Perú tenía que venir a sumar en Barranquilla. Como luego irá a Venezuela y Argentina. Como tocará con Uruguay y Bolivia en casa. Por eso el fastidio que se nota en el vestuario de Perú. No hay que escuchar a Yotún para saber que, sentado a un lado del banco con los chimpunes en la mano, apenas a los 30 minutos de juego, arde. No hace falta descifrar los gestos que frustran a Paolo. Menos lo que le dice Pizarro a Vargas en el segundo gol colombiano, el de Teo Gutiérrez. Fallamos. Nos equivocamos. Perdimos.

Colombia es segunda en la Eliminatoria y aunque no resiste la comparación con la generación del 94 (la del 5-0 a Argentina en el Monumental), tiene un plantel top. Veinte de los 23 jugadores convocados por Pekerman juegan en el extranjero. Viajar hasta aquí con la inocente idea de pelear de igual a igual era, naturalmente, un suicidio. Por eso, muy bien lo de Perú en el arranque. Con Vargas y Yotún por izquierda, con Herrera y Advíncula en el otro sector, Markarián tapó a Zúñiga y Armero, dos trenes que, hasta el minuto del penal (11), parecían sin combustible. No arrancaban. El primer golpe lo daba Perú.CUADRADO MÁGICOLa blanquirroja ató de brazos a Colombia, pero hizo poco por frenar su corazón. Y este fue, ayer, Juan Guillermo Cuadrado. El ?4? de Colombia sabe hacer todo: corta, resuelve, entrega, pica, piensa un segundo antes que todos. Hace todo el trabajo para que Macnelly Torres se luzca. Cuando su socio es James Rodríguez...

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