Amar no es un delito

Por Juan Diego RodríguezHay varias teorías sobre el origen de "El plebeyo". Algunos dicen que un amigo de Felipe Pinglo le contó la historia y le inspiró la canción. Otros afirman que un artesano de La Parada le confesó sus penas. También hay quienes están convencidos de que el mismo vate sufrió una inmensa pena de amor. Quizás esta última versión sea la más verosímil: él, nacido en una humilde cuna de Barrios Altos, suspiró por Giannina Zuccarello, hija del dueño de la imprenta en la que trabajó Pinglo.Así, las diferencias socioeconómicas se interponen al cortejo. Y el plebeyo le reclama al Todopoderoso: "Señor, ¿por qué los seres no son de igual valor?", cuestionamiento que mantiene vigente el vals. -Estampas limeñas-Además de referirse a temas universales (como el desamor), Felipe Pinglo fungió de cronista de Lima. Sus canciones permiten imaginar cómo era la ciudad a partir de la segunda década del siglo XX. Con la letra de "El plebeyo", por ejemplo, se ve una ciudad conservadora que recién se acostumbra a la luz eléctrica; con "Canillita" se perfila a esos niños que convertían su voz en noticia; en "De vuelta al barrio" se describe una calle limeña tradicional; y con "¡Viva el Alianza!" se destaca el bello y característico juego de Alianza Lima, equipo de fútbol del que Pinglo fue hincha.Todo esto sirve de inspiración para Carlos Tolentino, quien desde el 5 de agosto dirigirá el musical "El plebeyo" en el Teatro Municipal de Lima. Se trata de una ficción sobre Pinglo (encarnado por Emanuel Soriano) y lo que vivió a los 25 años: las protestas obreras por las jornadas laborales de ocho horas, la llegada del cine y la radio, entre otros hitos históricos. Mientras tanto, el desamor que se dice Pinglo profesó por...

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