Esos vuelos que no se olvidan

Por Carlos Hurtado

Viaje en el tiempo a 1960. A Chiclayo, a una mañana de cielo despejado. En el aeropuerto internacional de la ciudad, cerca de 20 personas se preparan para subir al avión C47 de la compañía Faucett, que hará una ruta que incluso hoy, más de cinco décadas después, es considerada tan difícil como arriesgada: la pequeña nave volará durante todo el día a Chachapoyas, Rodríguez de Mendoza, Rioja, Moyobamba, Tarapoto, Picota, Pucacaca, Bellavista, Uchiza, Juanjuí, Tingo María y Pucallpa. Aterrizará cinco minutos en cada ciudad sobre pistas hechas de pasto o piedra molida, dejará y recibirá pasajeros, y volverá a partir. Aun si llueve, aun si el calor ahoga, aun si falta oxígeno. Porque en 1960 no existen el radar ni las cámaras presurizadas. Se vuela a voluntad y con previsión del piloto. Usted ingresa a la nave, toma asiento frente a la carga (las bodegas para equipaje aparecerán algunos años después) y se colocará un conducto de oxígeno en la cara para no desmayarse durante el viaje. Temblará, una y mil veces, porque la turbulencia es parte del recorrido a falta de tecnología que advierta las tormentas. Ojo, en 1960 no hay otra forma factible de viajar por el Perú: casi no se han construido carreteras al interior.

Hace más de cinco décadas los vuelos interregionales eran moneda corriente para la primera aerolínea comercial que tuvo nuestro país (Faucett, 1928), una empresa que fue considerada de bandera aunque nunca precisó inversión estatal, y que bosquejó buena parte de las rutas que luego operarían Servicio Aéreo de Transporte Comercial (Satco), AeroPerú, Transporte Aéreo Militar (TAM) y Transportes Aéreos Nacionales de la Selva (TANS), aerolíneas que fueron llamadas de bandera, sí, por los capitales del Estado que las sustentaban. Montos que en ningún caso sirvieron para salvarlas de la bancarrota.

AL OJOJohn Elliot, piloto de larga trayectoria que manejó aviones de Faucett entre finales de los 60 e inicios de los 70, cuenta que ?a veces? los despegues del aeropuerto de Chachapoyas se hacían con la nave rozando las ramas de los árboles más altos de la selva, cuando no se calculaba bien el peso que las máquinas podían soportar. ?En aquellos años, la aviación comercial en el Perú era muy distinta a la de hoy. Solo Faucett sufrió 80 accidentes aéreos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR