El vórtice centralista

Por gonzaloBanda

Pocas cosas demuestran más la tesitura centralista del Perú que las elecciones regionales y municipales. Por ejemplo, cuando un ciudadano en Puno o en Chiclayo enciende su televisor en el ?prime time? de un domingo, tiene que soportar ?con perplejidad? los debates de los candidatos a la Municipalidad de Lima. Es un culto al centralismo inmisericorde al que todo provinciano es, sin su consentimiento, iniciado. Un valdelomarismo inconsulto. Ha habido debates regionales en días laborales, pero transmitidos por canales locales de muy poca audiencia, cuando lo que debería procurarse es que la señal de TV Perú ?señal de todos los peruanos? pueda transmitir debates descentralizados que sean replicados por las señales de los principales canales de televisión de señal abierta durante el ?prime time? del domingo, sumando a esta transmisión a las radios locales y los ?fan pages? regionales de redes sociales ?que son los medios alternativos de comunicación mayoritarios en regiones?. Experiencias descentralizadas en el mundo de la televisión pública sobran. Probablemente hoy se sepa más en Cusco, Iquitos o Abancay sobre las propuestas de Forsyth, Urresti y López Aliaga que sobre los planes de sus candidatos a alcaldes y regidores locales.Me dirán que es imposible, que la logística sería irrealizable. Pero es que es la misma bendita excusa que escucho cuando me dicen que el Tribunal Constitucional no puede funcionar en Arequipa, aunque lo diga su ley orgánica, porque, se imagina usted, todos los estudios de abogados más prestigiosos están en Lima y cómo pues, ¿acaso van a vivir en un avión? ¿Usted está loco? ¿Quiere que los magistrados se muden a Lima? Es imposible. El problema no es que no haya debates regionales; hay muchísimos, sino que son tan dispersos los esfuerzos que ninguno llega a concitar la atención de la gran mayoría de la región verdaderamente. Los distritos más pequeños, donde los debates son en las plazas públicas y donde todo el pueblo asiste, son excelentes ejercicios democráticos. Pero no se puede meter una región de un millón de habitantes en una plaza. No es que los debates vayan a sanarlo todo, ni que les importen a todos los ciudadanos, ni que estos definan totalmente sus votos por un debate. Entiendo la complejidad de la definición del voto, pero ¿no podemos facilitarle un poco más la vida al ciudadano que está cansado de sus políticos, acercándole más la oferta y desnudándola?Y sobre las coberturas de elecciones...

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