Vladimir Putin y los siete enanos

Por francisco sanz gutiérrezfsanz@comercio.com.peEs tal la seguridad que tiene Vladimir Putin de que seguirá ocupando por seis años más el Kremlin que casi ni se ha molestado en modificar su agenda para atender unas elecciones que, dentro de siete días, lo pondrán frente a otros siete candidatos.Primero, desoyó olímpicamente los llamados para participar en un debate televisado en el que sus contrincantes acabaron arrojándose vasos de agua y lanzándose denuestos tan gruesos como ?viejo repugnante?, ?traidor estúpido? o ?verdulera de la calle metida en política?.Incluso el presidente de Rusia debe haberse carcajeado cuando Pável Grudinin, el único postulante que podría raspar el 10%, dijo indignado: ?Un político que no participe en los debates electorales no debería ser candidato a la presidencia?.El fin de semana pasado, casi cien mil personas se apiñaban en el estadio Luzhniki de Moscú ?que será el escenario de la final del Mundial de Fútbol? para un acto proselitista en favor del líder de Rusia Unida, la agrupación que apuntala a Putin.Si en febrero del 2012, en víspera de los comicios en los que fue elegido para el mandato que está por finalizar, tuvo que esforzarse y alistar un discurso extenso, elaborado y profundo, esta vez solo se plantó diez minutos ante la masa enfervorizada. En ese lapso, el mandatario lanzó preguntas para que los presentes le respondieran con atronadores monosílabos, derramó unas cuantas arengas patrióticas y animó a cantar a voz en cuello el himno nacional. Con el mismo apuro que llegó, partió para seguir con sus ocupaciones de Estado.?El siglo XXI es suyo?Putin asumió por primera vez la jefatura de Estado en el 2000. Salvo un breve hiato entre el 2008 y el 2012 ?cuando se rebajó al rango de primer ministro con todo calculado para regresar al cargo supremo?, su predominio en Rusia en lo que va de este siglo ha sido total.Con esta nueva reelección se convertirá, además, en el segundo líder ruso con más tiempo en el poder, solo superado por el dictador José Stalin, quien estuvo al frente de la Unión Soviética durante 29 años.?No es que lo voten, es que lo aman y lo adoran?. Con esta frase, el periodista español Rubén Amón describe el tremendo magnetismo que ejerce el ex agente de la KGB ?la agencia de inteligencia soviética? sobre sus compatriotas. ?Ha adquirido una reputación providencial y sagrada, a semejanza de los antiguos zares. Se diferencia de ellos por el sufragio universal y por la ausencia de un linaje...

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