El visitante de terror

Por Raúl Castillo. PeriodistaPERÚPara ser un buen equipo le faltaron buenos jugadores. Y una táctica más flexible que disimulase la carencia. Logró sostenerse de local, pero una clasificación requiere robar puntos afuera y este Perú no estaba para esas misiones.CON LA PELOTABajo el 4-4-2 se hizo muy lineal y anunciado. Cuatro defensas, dos volantes interiores, dos exteriores y un par puntas de perfil repetido. Sin fluidez por los costados y con dos medios fatigados en labores de recuperación, la desconexión con los delanteros era evidente y propiciaba el retroceso exagerado de los atacantes. Ocupados Ramírez y Cruzado en la tarea de correr y sin laterales capaces de inventar algo por afuera, Perú dependió cada vez más de la inspiración y creatividad de sus delanteros.SIN LA PELOTAMarcó en zona con cuatro en el fondo casi siempre y asumió riesgos tanto de visita como de local. En Lima, limitó a sus rivales a pocas opciones, aunque ante Chile, Ecuador y Uruguay perdió la consistencia del inicio y achicó generalmente tarde. En sus salidas, defendió muy mal. No dominó los conceptos básicos y cometió fallos graves. Uno de ellos, seguir a la marca por detrás de la línea de la pelota y dejar, por lo tanto, huecos innecesarios. Trataban de agruparse cuando perdían la pelota, pero lo...

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