La violencia que nos lleva a marchar

Por Directora del Observatorio de Género PerúEn estos días un gran movimiento denominado #NiUnaMenos se ha ido gestando en las redes sociales a raíz de los casos de Cindy Contreras y Lady Guillén. Muchas mujeres han publicado en Facebook sus desgarradores testimonios de abuso con dos componentes en común: primero, la mayoría de perpetradores han sido varones que ellas conocían y en quienes confiaban; y segundo, muchas de las víctimas han guardado silencio hasta ahora y, cuando dieron aviso a sus familiares sobre el abuso, recibieron rechazo en lugar del apoyo esperado. Ante estos testimonios, han salido dos tipos de opiniones que llaman la atención. Por un lado, voces que han culpado a las sobrevivientes de haber provocado la violencia. ¿Por qué alguien culparía a una niña de cuatro o seis años (la edad de la primera agresión en muchos testimonios) de una acción sexual tan violenta hacia ella? Y por otro lado, voces reclamando que se hable también de la violencia hacia los hombres pidiendo que el lema de la campaña se cambie de #NiUnaMenos a #NiUnoMenos, dejando de ver, como lo demuestran las estadísticas, que alrededor del 94% de las denuncias por violencia familiar son hechas por mujeres hacia varones. Al leer los testimonios y ver estas reacciones solo nos queda preguntarnos: ¿qué hay detrás de esta violencia que la justifica, avala y minimiza?La violencia de género tiene origen en una cultura patriarcal y machista que ve a la mujer como un objeto para ser usado, como una propiedad del varón de turno (el padre, el hermano, el novio, el mejor amigo, el hijo) que decide por ella y que tiene control sobre su cuerpo y su vida. Esto lo vemos claramente en la publicidad, los programas de televisión, los famosos ?realities?, las letras de reggaetón, los diarios chichas, las películas donde las mujeres y sus cuerpos son exhibidos como trofeos-objetos para ser consumidos, en los ?ladies night? que usan de ?carnada? a las chicas para atraer clientes y en la indiferencia de las autoridades ante las denuncias de violencia. Bajo la lógica machista, la mujer debe ser sumisa y satisfacer las necesidades del hombre. La hija debe servir al padre, la chica debe ?cumplirle? al enamorado (así tenga ganas o no), la esposa no debe cuestionar al marido, etc. Independientemente de su edad, la mujer-objeto-de-deseo siempre va a provocar con la ropa que vista, con su forma de caminar, con solo estar ahí. El hombre machista se sentirá con el derecho de usar ese...

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