Vida citadina y guerras culturales

AutorPaul Krugman

Tengo un departamento en el Upper West Side de Manhattan. Es un barrio con alta densidad poblacional y sus pudientes residentes dinamizan una amplia variedad de negocios: restaurantes, bodegas, ferreterías y tiendas especializadas de todo tipo. Casi todo lo que uno quiere hacer o comprar está a corta distancia, a pie. Vivo en lo que algunos europeos llaman "una ciudad de 15 minutos".

Es un nombre atractivo pero un tanto confuso para un concepto que los urbanistas llevan tiempo promoviendo: urbes peatonales que aprovechen las posibilidades de la densidad poblacional. Lamentablemente, también es un concepto que ha sido atrapado por las guerras culturales y se ha convertido en objeto de disparatadas teorías conspirativas. Y como de costumbre, quienes más vociferan "libertad" son quienes quieren evitar que otros estadounidenses tengan un estilo de vida que ellos desaprueban.

Las personas que no han experimentado la verda- dera vida urbana, generalmente no comprenden lo fácil que es. Las compras cotidianas se hacen al toque; pues en vista de que se camina, no hay que preocuparse por embotellamientos o estacionamientos. Se podría pensar que el precio a pagar por esta comodidad es soportar ruido constante o multitudes de extraños. Si bien las vías principales son bastante ruidosas, las calles secundarias son mucho más tranquilas de lo que uno podría imaginarse.

¿Y la delincuencia? Hay una generalizada percepción de que Nueva York es un lugar peligroso. En su discurso ante Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), Donald Trump aseveró que "los asesinatos están ocurriendo en números que nadie ha visto jamás, en Manhattan". Pero en realidad, Nueva York es uno de los lugares más seguros del país. Durante la pandemia, hubo un incremento de la tasa de delincuencia en la ciudad, pero ya estaría menguando. En particular, los asesinatos se han reducido a su nivel más bajo desde el 2019.

Yla seguridad acreditada por las estadísticas también es la experiencia en muchas áreas de la ciudad donde los neoyorquinos no actúan como si estuviesen aterrorizados por la delincuencia. Hace unas noches, regresé a casa caminando a las 12:30 am; había gente paseando y ninguna sensación de peligro. ¿Estoy haciendo proselitismo? Pues sí.

La mayoría de estadounidenses hasta quienes han visitado Nueva York pero han visto poco, aparte de las multitudes en Times Square tienen una idea distorsionada de la vida urbana. Sin embargo, pocos promotores del concepto de...

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