La victoria de la igualdad

Por miguel vivancoCorresponsal en WashingtonCuando en 1973 la Corte Suprema falló a favor del aborto inducido, la sociedad estadounidense quedó dividida. Cuatro décadas después, un fenómeno similar se registró en Washington, cuando cinco miembros del máximo tribunal validaron la legalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Desde ahora, los 50 estados están obligados a casar, sin preguntas ni murmuraciones, a las parejas homosexuales que lo soliciten. Los jueces Sonia Sotomayor, Elena Kagan, Ruth Ginsburg, Stephen Breyer y Anthony Kennedy consideraron que las lesbianas, gays, bisexuales y transexuales tienen derecho a casarse en conformidad con las leyes federales. Opinión contraria expresaron sus colegas John Roberts, Antonin Scalia, Samuel Alito y Clarence Thomas. Tan pronto se supo del fallo dividido (5-4), los gritos de algarabía y las voces de protesta estallaron en el frontis del edificio de la Corte Suprema. Mientras unos se besaban apasionadamente en señal de amor eterno, otros rezaban en silencio por lo que ellos consideran el desacato a un mandato divino. Entre el alborozo y el disgusto Mientras el mandatario Barack Obama ?el primero en activo que ha apoyado las uniones gays? calificaba el fallo como ?una victoria para América?, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., monseñor Joseph E. Kurtz, decía que la decisión de la corte era ?un...

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