Victoria demorada

AutorThe Economist

En el transcurso de los últimos doce meses, The Economist ha examinado el devenir económico del grupo de ocho países cuyos bancos centrales han combatido la inflación con agresividad inédita-Brasil, Chile, Corea del Sur, Hungría, Noruega, Nueva Zelanda, Perú y Polonia Lo hemos denominado "Hikelandia" (hike: aumentar gradualmente).

Hikelandia comenzó a elevar sus tasas de interés un año antes que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), medida que la colocó en una posición de vanguardia. Desde entonces, el promedio de su tasa de interés de política económica se ha incrementado más de siete puntos porcentuales, frente a alrededor de cinco puntos porcentuales de la tasa de la Fed. Sin embargo, durante muchos meses, los banqueros centrales de este grupo de países tuvieron pocos motivos para sentirse contentos: la inflación siguió subiendo.

Pero ahora, hasta que por fin eso está cambiando. Aunque la inflación "subyacente" medición que excluye precios volátiles como los de alimentos y energía del grupo todavía permanece demasiado alta, con una tasa anualizada de alrededor de 9%, ya comenzó a descender, en parte debido a que el impacto del incremento de sus tasas de interés está comenzando a sentirse. La experiencia de Hikelandia ofrece un rayo de esperanza a otros bancos centrales que están luchando contra la inflación.

Dentro de este grupo de ocho países, la inflación ocasionada por el aumento de las remuneraciones se está moderando. En Chile, por ejemplo, el crecimiento de sueldos y salarios se ha reducido un poco, comparado con la exorbitantemente elevada tasa anualizada de 11%, registrada en enero pasado.

En Corea del Sur, en octubre, la tasa de inflación anualizada del sector servicios, que es intensivo en capital humano, era 4.2%, pero se ha reducido a 3.3%. En tanto, en Polonia ha descendido desde 13.4% en diciembre a 12.3%. A su vez, esta ralentización está ayudando a recortar medidas que ejercen presión inflacionaria.

Expectativas a la baja

Las expectativas inflacionarias también están disminuyendo, influenciadas por la caída de los precios de alimentos y energía. Por ejemplo, el brasileño promedio espera una inflación de 4% para los próximos doce meses, cuando durante gran parte del 2022 esperaba una tasa anualizada de 6%. A su turno, los neozelandeses estiman que dentro de cinco años, la inflación será de alrededor de 1%, la mitad de lo que predecían en diciembre.

Noruega es el único integrante de Hikelandia que no parece estar...

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