Verso y elogio a la gambeta

Por JUAN CARLOS FANGACIo

Muchas de las grandes gestas futbolísticas han ocurrido entre la gloria y la polémica. Maradona, para citar solo un ejemplo, marcó en 1986 el mejor gol de la historia de los mundiales en el mismo partido en que anotó otro con la mano. Los ingleses aún lo sufren.Un sabor agridulce también fue el que sintió el uruguayo Isabelino Gradín en la primera edición de la Copa América de 1916 (cuando se llamaba Campeonato Sudamericano y solo lo disputaban cuatro países). En el partido inaugural, Uruguay vapuleó a Chile por 4-0, con dos goles de un Gradín que tenía apenas 18 años y ya era una locomotora imparable.La alegría del triunfo, sin embargo, se vería empañada por unos vergonzosos reclamos del rival después del partido: el presidente de la Asociación Atlética y de Football de Chile envió una carta a los dirigentes de su país que estaban en Argentina, donde se disputaba el torneo: ?Los diarios de aquí dicen que el equipo uruguayo presentó componentes africanos. Esperamos que habrán presentado un formal rechazo en el caso de ser verdad?. Una protesta que destilaba el peor de los racismos. Y claro: Gradín era negro.?Un ídolo diferente?El zurdo Gradín se convirtió en el goleador y mejor jugador de dicho Sudamericano, que ganó Uruguay. Pero fuera de las canchas, lamentablemente, aún había gente que lo discriminaba por ser descendiente de unos esclavos de Lesotho, el pequeño país de África. La historia, sin embargo, estuvo allí para reivindicarlos: él y su compañero de equipo Juan Delgado se convirtieron en los primeros futbolistas uruguayos negros en un partido internacional oficial. La prensa local también salió en defensa de sus jugadores: ?¡Gradín y Delgado no son africanos!?, tituló el diario ?El Día?.Posteriormente, Gradín ganaría una Copa América más, la de 1917, y seguiría brillando por seis temporadas en el Peñarol, histórico club del que es ídolo. Por si fuera poco, también fue atleta: corría en pruebas de 200, 400 y 4×400 metros, y llegó a obtener nueve medallas en campeonatos sudamericanos. Pese a todo ello, murió entre la miseria y la enfermedad, cuando tenía solo 47 años.?Futbolero y...

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