De las velas a las papas fritas, la historia de las grasas trans

Por elmer huertaEspecialista en salud pública@drhuertaLa historia empieza a principios del siglo XIX, cuando William Procter, un inglés fabricante de velas, y James Gamble, un irlandés fabricante de jabones, llegaron a Estados Unidos. Después de establecerse en Cincinnati, los comerciantes conocieron a dos hermanas, las señoritas Olivia y Elizabeth Norris, con quienes se casaron. Siguiendo el consejo del suegro, Alexander Norris, los flamantes concuñados fundaron en 1837 una compañía que con el tiempo se convertiría en una de las transnacionales más grandes del mundo: Procter yamp; Gamble.Dada la ocupación de los fundadores, la compañía se dedicó a la fabricación de jabones y velas. Este último producto era de esencial necesidad, ya que estamos hablando de una sociedad del siglo XIX, aún sin alumbrado eléctrico.Las velas se fabricaban usando grasa animal, incluido el llamado espermaceti del cachalote. La compañía floreció rápidamente, incluso se documentó que en 1859 ?¡las ventas alcanzaron el millón de dólares!?.Pero en 1879 Thomas Alva Edison inventó la bombilla eléctrica y empezó el principio del final de la industria de las velas. Durante la primera década del siglo XX, la electricidad se extendió rápidamente en Estados Unidos y la fabricación de velas se hizo más difícil porque, al crearse el monopolio de la industria de la carne, la grasa animal se hizo muy cara. Había necesidad de reemplazar la grasa animal por un material más barato. En ese momento nace la grasa trans. En 1907, el químico alemán E.C. Kayser inventó un procedimiento mediante el cual el aceite de la semilla de algodón era bombardeado con moléculas de hidrógeno (hidrogenación), con lo que se convertía en una materia sólida, mantecosa, incolora e insípida. Ese producto fue bautizado como manteca vegetal (por su parecido con la manteca de cerdo), y es lo que ahora llamamos grasa trans. La sustancia permitió abaratar enormemente la fabricación de las velas. Pero, con el mayor uso de la luz eléctrica, Procter yamp; Gamble se dio cuenta de que el negocio de las velas se apagaba al mismo tiempo que la cantidad de manteca vegetal en los depósitos aumentaba, por lo que en 1911 la compañía tuvo la ?brillante? idea de comercializar ese producto como alimento bautizándolo como manteca de hornear Crisco (crystallized cottonseed oil). El nuevo producto fue promocionado como el ?reemplazo ideal? de la manteca de cerdo y de la mantequilla, productos que hasta ese momento usaban las...

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