Sobre velas y mediocres

Por Alfredo Bullard. Abogado

Cuenta la leyenda que el gremio de fabricantes de velas presentó al Congreso una petición. Se quejaban de un rival extranjero que inundaba el mercado nacional de luz a un precio fabulosamente reducido con el que no era posible competir. En cuanto salía por las mañanas, las ventas de velas cesaban abruptamente, pues los consumidores elegían con entusiasmo la luz de tan desigual competidor.

Para evitar tamaña competencia desleal, el gremio solicitó una ley que ordenara tapiar todas las ventanas, contraventanas, claraboyas, huecos, fisuras y tragaluces por las que la luz del sol (ese competidor extranjero) tenía la mala costumbre de penetrar en las casas y edificios, en perjuicio de la esforzada industria nacional. Señalaban que sería una ingratitud de parte del Estado abandonarlos en una lucha así de desigual.

En la Francia del siglo XIX, Frédéric Bastiat relataba esta historia para graficar el nefasto mercantilismo, en el que los industriales recurrían al Estado para pedirle que obligue a los consumidores a comprar el producto nacional.

En el siglo XXI, hemos cambiado el tapiado de ventanas y tragaluces por un aditamento más sofisticado y ?técnico?, pero igual de burdo y arbitrario. Se llaman ?derechos antidumping? y la petición no se hace a los diputados del Congreso, sino al Indecopi.

El Indecopi dicta resoluciones dirigidas a tapiar nuestro acceso a opciones. Nos obliga a pagar más caro bajo el reproche de haber escogido productos extranjeros baratos y mejores, en lugar de productos nacionales caros y malos. Para que no entendamos de qué nos están hablando, llenan las resoluciones de numeritos y cálculos inexpugnables al entendimiento humano y en términos económicos y legales rimbombantes.

El antidumping es una de esas creaciones tramposas que justifican lo que no tiene justificación. El pecado es ser tan competitivo que se termina beneficiando en exceso a los consumidores. Y entonces el antidumping (y su pariente cercano, los derechos compensatorios) persiguen de manera implacable a los textiles chinos, los cierres de...

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